El desafío del capítulo laboral en el TLCAN

Reforma Laboral 2013 mejoró las expectativas de empleo, pero no el salario remunerador y decoroso, de acuerdo con el Cesop.

De 2015 a 2017, Población Económicamente Activa sumó 887,000 personas más; a la inactiva se agregaron 2.1 millones en México
 De 2015 a 2017, Población Económicamente Activa sumó 887,000 personas más; a la inactiva se agregaron 2.1 millones en México  (Foto: Cuarto Oscuro)
México (Notimex) -

En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el capítulo laboral, representa un serio desafío para México, pues las presiones ejercidas por sus pares no se pueden atender en el corto plazo, “más si se habla de una homologación salarial entre las tres naciones”, informó el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados.

Considera que el gobierno mexicano debe trabajar para no aplicar más una política salarial inercial basada en bajos sueldos, porque tendrá que brindar soporte a la competitividad internacional de sus productos y servicios. “La inserción del país en este acuerdo laboral va a depender por entero de los incrementos en la productividad y de los salarios”.

En el artículo “Trabajo y salarios. Panorama mundial y el caso de México”, del reporte “Salario digno, pensión digna, vida digna”, el centro destaca que para alcanzar condiciones “dignas y decentes” en estos rubros, México deberá recorrer en el futuro cercano un camino “difícil y tortuoso”.

“Resulta abrumador cómo la precarización laboral domina la escena nacional, debido al grave distanciamiento entre las políticas y las prácticas y recomendaciones internacionales provenientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, afirma.

Abunda que la flexibilización derivada de la reforma laboral de 2013 abonó a favor de las expectativas de empleo, no así de un mejor panorama de salario remunerador y digno.

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Situación laboral

En el documento, menciona que la desigualdad salarial puede provenir de múltiples causas: diferencias de género, perfil de capacidades y destrezas laborales obtenidas, edad o antigüedad en el empleo, al tamaño y sector de actividad de la empresa de que se trata o el tipo de contrato del trabajador.

De igual modo, expone que los aumentos de la productividad laboral deben estar asociados a mejores remuneraciones salariales. “Pero este hecho no suele suceder en México porque, al contrario, los niveles de productividad se encuentran estancados”, afirma.

Sin embargo, subraya, esta realidad no es tan contundente, ya que la evolución en los sectores productivos industriales ilustra que la manufactura sí ha registrado incrementos sustantivos en la productividad laboral, lo que ha impactado de manera positiva en el nivel de remuneraciones.

De 2015 a 2017, Población Económicamente Activa sumó 887,000 personas más; a la inactiva se agregaron 2.1 millones

Destaca que la Población Económicamente Activa (PEA) sumó, entre 2015-2017, 887 mil personas más, mientras que a la inactiva se agregaron dos millones 102 mil. El total ocupado representó el 96.5%, por lo que la tasa desocupada ascendió a 3.5% de la PEA.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 50.6% de la población ocupada se concentra en ciudades con más de cien mil habitantes y sólo 20.6% vive en localidades rurales de menos de dos mil 500 ciudadanos.

El trabajo subordinado domina el panorama laboral, pues representa el 68% del total de la población ocupada, seguido por el de cuenta propia con 22.1% y con escasa participación de empleadores y trabajo no remunerado.