La trampa del ingreso en América Latina
No se trata de que los latinoamericanos no seamos capaces de generar empleo y productividad, sino que cuando lo hacemos es siempre de forma temporal
Comercio Exterior
Desde el punto de vista del crecimiento de la productividad, América Latina es la región que tiene el peor rendimiento de todo el mundo. A pesar de ser la región que mayor empleo genera, sus trabajadores crean lo mismo que hace 40 años, advirtió el académico de la Universidad de Cambridge, José Gabriel Palma.
“En términos relativos somos la que genera más empleo en el mundo, pero tenemos la menor tasa de crecimiento de la productividad y una baja tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Eso es extraordinario, pero no hay conciencia de ello”, destacó.
En un comunicado con motivo del Seminario Financiamiento, productividad y deuda. Postpandemia y países en desarrollo, organizado por las facultades de Economía (FE) y de Estudios Superiores (FES) Acatlán, explicó que existe una frontera productiva, que consiste en que, por ejemplo, en Estados Unidos la productividad anual de un trabajador promedio en esa nación es de 100,000 dólares; si otro se ubica en el 50%, quiere decir que la productividad promedio de su economía es de 50,000 dólares.
También llamada como la trampa del ingreso, de acuerdo con Palma, no existe ningún país con una producción cercana al 50% o que esté mejor de lo que estaba en la década de 1950. En cambio, Asia ha cerrado brechas productivas prácticamente en su totalidad.
“Si el mundo se divide en distintas regiones geográficas, sólo separando a los países más importantes como la Unión Americana, China o Japón, y se hace un ranking del crecimiento de la productividad, vería que nuestra región ocupaba la cuarta posición entre los años 1950 y 1980. Es decir, tenía el cuarto crecimiento más rápido de la productividad”, destacó.
No obstante, después de las reformas neoliberales, de la apertura comercial y financiera, de la privatización de la mayor parte de las empresas públicas, desde entonces y hasta 2019, “es la región con peor rendimiento”. Así, pasó de la posición cuatro en la lista de 14 regiones y naciones, al último lugar.
Ahora bien, el académico aclaró que no se trata de que los latinoamericanos no seamos capaces de generar empleo y productividad, sino que cuando lo hacemos es siempre de forma temporal. “Es como si fuéramos corredores de corta o media distancia, mientras que los asiáticos son de maratón”.