Introducción
Hace unos días nuestra nación y Brasil anunciaron el inicio de las negociaciones con miras a alcanzar un acuerdo estratégico de integración económica, con ello se continúa con el objetivo de celebrar un acuerdo comercial que anunciaron los presidentes de ambos países en febrero de este año.
Ante el inicio de las negociaciones y a casi 16 años de la entrada en vigor de nuestro principal convenio comercial (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAN–), resulta oportuno ofrecer a la comunidad de IDC Asesor Jurídico y Fiscal un panorama del estado que guardan los tratados de libre comercio (TLC’s) y acuerdos comerciales suscritos por nuestro país. Dicho panorama es abordado por el licenciado Carlos F. Aguirre Cárdenas, Director General de LIT Group y prestigiado asesor en materia de comercio exterior.
Lo anterior, si se parte de una situación real: México ha estado perdiendo el papel de líder (al menos en América Latina) en la negociación y suscripción de TLC’s, en tanto que países como Chile, Colombia, Perú, Costa Rica, han intensificado su actividad negociadora.
Comercio exterior bajo los TLC’s
Los TLC’s persiguen el objetivo principal de establecer zonas de libre comercio que se caracterizan por la eliminación de aranceles entre las Partes (países o regiones) que lo suscriben, para el comercio de bienes originarios de las Partes.
Si bien los TLC’s incluyen otras disciplinas como parte de la materia que regulan (compras del sector público, solución de controversias, inversiones, sector agrícola, comercio transfronterizo, telecomunicaciones, por ejemplo), es en el caso del comercio de bienes tangibles en donde con mayor frecuencia se encuentra su aplicación.
En específico, en el comercio de bienes tangibles, del total de exportaciones realizadas por México en 2009 (229,783 mil millones de dólares de conformidad con datos del INEGI), 93% corresponde a bienes exportados a países con los que México ha suscrito un acuerdo comercial. Las exportaciones a los Estados Unidos de América (EUA) representan por si solas un 80% del total de ellas.
Respecto de las importaciones efectuadas durante el mismo período (234,385 mil millones de dólares), 70% corresponden a importaciones provenientes de países con los que se han suscrito TLC’s, sólo las importaciones provenientes de los EUA representan 48% del total.
Lo anterior refleja que EUA sigue siendo nuestro principal socio comercial, lo que origina uno de los primordiales retos en materia de TLC’s para México: diversificar el comercio exterior con el resto de los socios comerciales y perfeccionar los acuerdos ya suscritos.
TLC’s en la política comercial actual
El papel que tienen los TLC’s en la política comercial vigente del país no está claramente definido, sin embargo, para conocer la posición de la actual administración en relación con el tema, se considera necesario estudiar el Considerando del Decreto por el que se modifica la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, publicado en el Diario Oficial de la Federación del 24 de diciembre de 2008 (mismo que determinó la apertura unilateral de aranceles).
En el segundo párrafo del mencionado Considerando se expresa que la coexistencia de TLC’s ha creado:
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un marco regulatorio complejo
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un gran número de trámites y controles
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una elevada carga administrativa para las empresas y el Estado
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una elevada incertidumbre jurídica
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un deterioro de condiciones de competencia y libre concurrencia
Ante este marco, resulta difícil explicar cómo se inserta el inicio de las negociaciones con Brasil, cuando un nuevo acuerdo comercial sólo contribuiría a incrementar la incertidumbre jurídica de los agentes del comercio exterior. No es del todo afortunada tal declaración, cuando, además, las negociaciones comerciales bilaterales y regionales se han profundizado en épocas recientes, como se expone enseguida.
Negociaciones en curso
La actividad negociadora con miras a suscribir TLC’s se ha profundizado en los últimos años (ante el estancamiento de las negociaciones multilaterales en el marco de la Ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio).
En América Latina, destacan los casos de Chile, Perú, Centroamérica y Colombia (en ese orden).
Chile y Perú se encuentran actualmente negociando el Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (AATP), donde participan, además de los países mencionados, Australia, Brunei, los EUA, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
El AATP constituye uno de los esfuerzos más importante por alcanzar un acuerdo regional que establezca las bases para la suscripción de un acuerdo de libre comercio entre las Partes. Nuestro país no participa formalmente en ello.
Otras negociaciones relevantes en el continente son:
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Chile: Vietnam (en negociación), Malasia (suscrito en noviembre)
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Perú: Corea del Sur (acuerdo suscrito en noviembre), Japón (en negociación), Centroamérica (en negociación), Panamá (por iniciar negociaciones), Asociación Europea de Libre Comercio –AELC– (suscrito en julio)
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Centroamérica: Unión Europea (en negociación), México (convergencia de TLC’s en uno)
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Colombia: Panamá (en negociación), Venezuela (acuerdo para iniciar negociación), Corea del Sur (en negociación), Canadá (suscrito)
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además, los casos de Panamá (negociaciones con la AELC, Colombia, Perú, acuerdo suscrito con Canadá y el pendiente de aprobación con los EUA), Costa Rica (acuerdos suscritos con China y Singapur), Canadá (negociando con la Comunidad del Caribe –CARICOM–, Unión Europea, Ucrania, acuerdos firmados con Colombia, Panamá y Jordania)
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EUA también sigue participando en negociaciones, como sucede en el caso de Corea del Sur y en el AATP comentado
Se trata sólo de un panorama de lo sucedido este año, que muestra el dinamismo que siguen teniendo las negociaciones comerciales en nuestro continente.
Evolución de los TLC’s
En ese dinamismo también se aprecia el abandono del esquema de negociación anterior seguido por países latinoamericanos, en razón de la experiencia mexicana en el TLCAN.
Esto es, al concluir su negociación con EUA y Canadá, México “exportó” su experiencia a países latinoamericanos (Costa Rica, Chile, Colombia), quienes, a su vez, hicieron suyo el conocimiento adquirido y lo plasmaron en los TLC’s que suscribieron con terceros países.
Fue hasta los acuerdos negociados por países latinoamericanos con los EUA, en la primera parte de la década pasada, que la normativa de los TLC’s evoluciona para flexibilizar temas como:
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los procedimientos de verificación de origen
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las formalidades en la expedición de pruebas de origen (certificados de origen)
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las condiciones para el cumplimiento de reglas de origen
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el propio proceso de modificación a esas reglas
La experiencia recibida de la negociación directa entre países latinoamericanos y los EUA (como ocurre en el caso de Estados que conforman la región de Centroamérica, Chile y Perú), es tomada por dichos países en sus negociaciones actuales.
El esquema de los TLC’s que sigue nuestro país, poco ha evolucionado desde la suscripción del TLCAN. Este comentario del autor no implica que se deseche lo negociado y aplicado hasta la fecha, sino que, se piense, que la evolución de la normativa de los TLC’s puede ayudar a favorecer el incremento de intercambio comercial con países socios.
Actividad negociadora de México
La actividad negociadora de nuestra nación en los últimos años no ha tenido el dinamismo que la caracterizó hacia la segunda mitad de la década de los 90 y principios de la década pasada.
México se ha concentrado en perfeccionar los TLC’s existentes en lo siguiente:
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en el TLCAN, para adecuar las reglas de origen específicas y flexibilizarlas (las modificaciones actuales se establecen con la finalidad de simplificar su administración y cumplimiento)
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con Centroamérica, el proyecto de convergencia de TLC’s en uno solo, considerando que con países centroamericanos México ha celebrado tres TLC’s (Costa Rica el primero, Nicaragua y el llamado “Triángulo del Norte”, El Salvador, Guatemala y Honduras). Centroamérica actualmente negocia en bloque, lo que se refleja, por ejemplo, en el acuerdo comercial suscrito con los EUA, conocido como CAFTA-DR (por sus siglas en inglés de Central American Free Trade Agreement – Dominican Republic, el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana), con el beneficio de una mayor integración regional.
Por ejemplo, los materiales de Costa Rica son modelo para el comercio entre Nicaragua y los EUA (se trata del mismo acuerdo comercial); en tanto que los materiales originales de Costa Rica no son tomados para el comercio entre Nicaragua y México (se trata de la aplicación de dos acuerdos distintos) -
con Colombia, siguen sin entrar en vigor las decisiones adoptadas por los negociadores de ambos países para profundizar la aplicación del acuerdo y cambiar el título del mismo, para reflejar la salida de Venezuela ocurrida en 2006
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con Perú, todavía está sin concluirse la negociación con miras a celebrar un acuerdo comercial
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igualmente, México participa en la llamada iniciativa Foro Arco del Pacífico Latinoamericano, que, entre otros objetivos, persigue lograr la convergencia en ciertos temas comerciales, tales como procedimientos aduaneros y acumulación regional de origen, lo que, a la fecha, no se ha traducido en acciones específicas
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recientemente, el anuncio del inicio de las negociaciones con Brasil, país con el que actualmente se tienen suscrito dos acuerdos en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración ( Acuerdo de Complementación Económica número 53 “ACE53” y Acuerdo de Complementación Económica número 55 “ACE55”, éste para el sector automotriz y de aplicación para el comercio con Argentina y Uruguay)
Conclusiones
Desde el punto de vista del autor, los TLC’s negociados en épocas recientes por países del continente, en donde se observa una clara evolución de la normativa que incluyen en relación con el esquema basado en el TLCAN, representan una oportunidad para que nuestro país retome el análisis de los aspectos a mejorar de los TLC’s suscritos y busque su renegociación para adecuarlos a la realidad comercial y favorecer el intercambio de bienes con nuestros socios comerciales.
Ese mismo dinamismo, se considera, debe ser tomado en cuenta para redefinir la actual política de comercio exterior vinculada con los TLC’s, y participar más activamente en el marco de las negociaciones comerciales.
Con independencia de celebrar o no nuevos acuerdos comerciales, existen aspectos de nuestra propia política de comercio exterior que es menester revisar y modificar en la medida que se requiera para favorecer la intensificación del comercio exterior de nuestro país.