El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) tendrá impactos relevantes sobre las cadenas de suministro de las empresas mexicanas, aunque el nuevo instrumento promete beneficios tangibles para el país, es importante que las empresas se preparen y adapten, indicó el socio líder de cadena de suministro y compras para América Latina de KPMG, Argenis Bauza.
El especialista señaló que el TPP tendrá impactos en las cadenas de suministro, entendiendo este concepto como los flujos de información, dinero y mercancía desde los proveedores, pasando por la transformación, hasta llegar al cliente final.
En ese sentido, mencionó que el pacto abrirá nuevas oportunidades de negocio para el sector productivo mexicano en seis mercados de Asia-Pacífico: Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelandia, Singapur y Vietnam.
Además México seguirá siendo un ente transformador de las importaciones provenientes de los países asiáticos para convertirlos en productos hacia el mercado americano.
¿Cómo preparase para ser exitoso?
El experto de KPMG precisó que el nuevo panorama obliga a las empresas a prepararse con tiempo en acciones como:
- Entender las fracciones arancelarias que se liberan, tanto para la exportación y como para la importación, así como los tiempos en que se producirán, para preparar la cadena de suministro de cara a la nueva proveeduría, tomando en cuenta el costo total de propiedad (no solo el precio).
- Prepararse para tener mayor interacción con un nuevo bloque comercial, nuevos consumidores, estilos y costumbres.
- Desarrollar las capacidades internas de las empresas para cumplir con las exigencias del tratado.
Recordemos que el TPP es un tratado más amplio y que pone reglas más exigentes, como los temas de propiedad intelectual, medio ambiente, laboral y denominación de origen.
Asimismo, detalló que a nivel macro, implicará mayores inversiones para la expansión y modernización de los puertos del Pacífico, mejoras en la conexión con otros modos (carretero, ferrocarril, aéreo, naval) y agilización de los procesos aduaneros.
“En particular, se deberá facilitar el flujo desde los puertos a los centros logísticos y de transformación mexicanos, para luego llegar al territorio de Estados Unidos. Este flujo también le dará un impulso al futuro corredor logístico del Istmo de Tehuantepec y a la zona económica especial de esta región, para los flujos que van hacia el Atlántico, así como la del Corredor Norte, para los flujos que van hacia Estados Unidos”, subrayó el especialista.