Los temores respecto a supuestas limitaciones ante la entrada en vigor del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) “son infundados” y no se fomenta un diálogo constructivo que realmente beneficie a los habitantes de un país o de una zona comercial, opinó Luis Rubio, socio en las Prácticas de Asuntos Gubernamentales, Fusiones y Adquisiciones y Telecomunicaciones de Jones Day México.
En el análisis “Riesgos y oportunidades del TPP”, el experto ilustró ventajas hacia los consumidores, que podrían acceder a bienes de más países, además de la plataforma exportadora que reside en México.
“Respecto a las supuestas limitaciones a derechos humanos en el uso de internet, el temor a abrir sectores a la inversión extrajera, a la restricción a acceder a medicamentos genéricos, supuestos obstáculos a derechos de los consumidores o de acceso al ‘conocimiento y la cultura’ son infundados”, recalcó Luis Rubio.
Ante la apertura comercial que significaría la entrada en vigor del TPP, el especialista consideró que quienes sí deben son algunos sectores productivos mexicanos que históricamente han sido sobreprotegidos.
“Industrias como la acerera en México, que ha venido abusando de una sobre regulación a las importaciones de acero, o cadenas de tiendas de autoservicio y/o departamentales, las cuales basan muchas de sus ventajas comerciales en requisitos excesivos a importaciones que solo pueden cumplir las cadena de logística de esas mismas grandes empresas dejando fuera a importadores medianos o pequeños con el subsecuente perjuicio al consumidor final (…), esas ventajas desleales tenderán a desaparecer”, explicó Rubio.
Asimismo, en el análisis enfatizó que el TPP no entrará en vigor de inmediato, sino que debe transcurrir un periodo en el que sugirió a diferentes sectores a estudiar la posibilidad de pronunciarse, en la ampliación de las reformas que así como en la limitación de la discrecionalidad del estado para que este nuevo tratado tenga un impacto y beneficios mayores.
