Un panel de tres jueces de la IX Corte de Apelaciones ratificó la decisión de prohibir la venta de atún mexicano en el mercado estadunidense con el etiquetado "libre de delfín", lo que mantienen un embargo a las exportaciones de ese país.
La medida fue decidida anoche por un panel de tres jueces federales de la IX Corte de Apelaciones, pero el gobierno mexicano podrá presentar su apelación ante los 13 magistrados que integran es instancia en un plazo no mayor a 90 días.
La IX Corte determinó estar de acuerdo con la Corte Federal de Distrito al considerar que el entonces secretario de Comercio, Donald Evans, "estuvo inapropiadamente influenciado" por temas políticos y no ecológicos cuando se determinó levantar el embargo en 2002.
La demanda contra las importaciones mexicanas de atún inició en diciembre de 2002, cuando la industria atunera mexicana reiniciaba exportaciones al mercado estadoundiense con el etiquetado "libre de delfín", capturado sin causar la muerte de delfines.
Tras un embargo de 1990 a 1999 por razones ambientalistas, el grupo ecologista Isla de la Tierra demandó al ex secretario Evans por "reducir los niveles" que establece una ley protectora de los delfines.
En enero de 2003 el magistrado que en 1990 aceptó el argumento de Isla de la Tierra, Telthon Henderson, determinó de nuevo que este grupo tenía razón al asegurar que aunque los delfines sobrevivieran en la pesca atunera, sufrían de "tensión nerviosa" durante la pesca.
La decisión tomada la víspera por los tres jueces de apelaciones reafirma esa conclusión de Henderson.
Sin embargo, esta medida es contraria a un programa internacional de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que redujo el daño a los delfines en la pesca atunera a niveles "biológicamente insignificantes".
La ley estadunidense aplica sólo a la pesca de atún aleta amarilla en el Pacifico oriental, sin incluir a la pesca de la flota atunera estatunidense en el Atlántico.
La decisión de los jueces de apelaciones se basó en argumentos orales que Isla de la Tierra presentó por una parte y por los que presentaron los abogados del Departamento de Comercio, de México y Venezuela en noviembre pasado.
Con la decisión de los magistrados de apelaciones el embargo estadunidense a las exportaciones mexicanas de atún continua ininterrumpidamente desde 1990, aún con el levantamiento que ordenó la administración del presidente George W. Bush en 2002.