Los representantes demócratas estadunidenses, Beto O'Rourke, de Texas y Rubén Gallego, de Arizona, anunciaron un proyecto de ley que impediría que los residentes de Texas con propiedades en la frontera con México se vean obligados a ceder sus tierras para la construcción del muro fronterizo.
Gallego y O'Rourke expusieron que la iniciativa de Ley de Protección de los Derechos de Propiedad de los Terratenientes Fronterizos enmendaría a la Ley de Inmigración y Nacionalidad para prohibir al procurador general de Estados Unidos y al Departamento de Seguridad Nacional "utilizar el dominio eminente (expropiación) para adquirir terrenos con el fin de construir un muro u otra barrera física a lo largo de la frontera internacional”.
Por su parte, O'Rourke apuntó que “no necesitamos un muro fronterizo que saquee la tierra de ciudadanos privados, saquee los negocios y ranchos de texanos trabajadores y quite derechos de propiedad a los estadunidenses", ya que los propietarios de tierras a lo largo de toda la frontera tienen ese carácter.
Explicó que la tierra fronteriza con México en los otros tres estados del suroeste del país es en su mayoría federal o está administrada por el estado; sin embargo, Texas posee la mayor extensión “y casi toda se encuentra sin cercas u otras barreras físicas, aparte del Río Bravo”.
Por otro lado, Gallego admitió que para que el proyecto de ley tenga alguna posibilidad, se debe contar con el apoyo de los republicanos, pues los miembros de ambas partes deberían de apoyan los derechos de propiedad privada.
“Si hay movimiento en el muro fronterizo de Trump, eso acelerará el proceso”, e indicó que un análisis de los registros de propiedad realizado por el periódico USA Today demostró que casi 5,000 parcelas de tierra se encuentran a menos de 150 metros de la frontera de Texas con México.
Finalmente, indicó que el proyecto de ley solo se aplicaría a nuevos casos de dominio eminente y no a expropiaciones iniciadas con anterioridad a la iniciativa.
