La ciberdelincuencia costó globalmente más de medio billón de dólares el año pasado, en gran parte debido a que las herramientas convencionales de seguridad raramente son compatibles con los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), destacó la empresa de tecnología Darktrace.
En ese sentido, señaló que más del 15% de los dispositivos visualizados no fueron reconocidos por los clientes; además la firma descubrió amenazas en todo, desde cámaras de corporativos hasta quioscos de estacionamiento y casilleros inteligentes en los parques de diversiones.
Todos estos dispositivos fueron conectados a redes corporativas, y ninguno era conocido previamente por el equipo de seguridad.
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A medida que las empresas innovadoras y ciudades inteligentes continúen adoptando los dispositivos conectados a un ritmo alarmante, estos ataques casi seguramente se multiplicarán en 2019.
Para abordar las limitaciones fundamentales de la higiene cibernética del IoT, las organizaciones deben estar dispuestas a reconsiderar sus estrategias de seguridad.
"Una tendencia destacada es el aumento de automatización de los ataques en los dispositivos del IoT y en la nube, mientras que existen motivos para sospechar que en el horizonte se encuentran más ataques automatizados, incluso los que son impulsados por la inteligencia artificial", advirtió la empresa.