Contratos digitales, una solución frente la contingencia
Uso de firmas digitales o electrónicas para realizar actos jurídicos
Corporativo
Con la emergencia sanitaria, las actividades no esenciales en el país se suspendieron y no se vislumbra una fecha cierta de reanudación. Ello ha generado que las empresas no puedan cerrar negocios, que muchas veces son vitales para su operación.
Ante esta crisis, sale a la luz una herramienta que ha estado por varios años en México, pero que por distintos factores no ha proliferado como en otras partes del mundo: la firma digital o electrónica.
Desde hace más de 15 años, la legislación civil y mercantil regula la contratación electrónica, otorgándoles efectos jurídicos a todos aquellos actos en los que el consentimiento se manifieste por medios electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, siempre que la información generada en forma íntegra sea atribuible a las personas obligadas y accesible para su ulterior consulta (arts. 80 y 89, Código de Comercio; 1803 y 1834 bis, Código Civil Federal).
Adicionalmente, el precepto 7o. de la Ley de Firma Electrónica Avanzada, dispone que los documentos electrónicos y los mensajes de datos que cuenten con firma electrónica avanzada producirán los mismos efectos y tendrán el mismo valor probatorio que los presentados con firma autógrafa.
Uno de los instrumentos para validar la identidad del emisor de un documento, son las firmas digitales o electrónicas.
De acuerdo con el ingeniero Gabriel Carrillo Cattori, Director General de PSC World, los nombres que reciben las firmas digitales o electrónicas en el mundo pueden variar entre países; sin embargo, pueden catalogarse en dos tipos:
- firma electrónica simple o fiable: con la acreditación de la identidad mediante:
- un correo electrónico, así como el ingreso de un NIP, usuario y contraseña
- con una firma digital autógrafa, a través de la firma sobre un PAD digital ya sea de un móvil, tablet o computadora, o
- la aceptación de cláusulas, contratos o condiciones al aceptar dando clic en una casilla de verificación, y
- firma electrónica avanzada: usa un certificado digital de identidad que va ligado a un firmante y que nace de un proceso de enrolamiento, lo que da mayor certeza de la identidad del firmante. Hay dos firmas electrónicas avanzadas comúnmente usadas; una es la firma que emite el SAT, y la otra los certificados emitidos por los prestadores de servicios de certificación autorizados por la Secretaría de Economía
Así, además de ser seguras, las firmas digitales o electrónicas resultan una opción ideal para concretar contratos a distancia; no obstante, para garantizar la autenticidad e integridad de los documentos, es necesario contratar a un prestador de servicios de certificación.