Nadie se salva del fraude: Big commerce
El problema del fraude afecta a todos los sectores y cualquier compañía debe tener en cuenta la posibilidad de convertirse en una víctima
Corporativo
Cuando escuchamos sobre fraude en compras electrónicas, pareciera que se habla de un fenómeno lejano que solo le pasa a algunas personas, pero eso no es del todo cierto, de acuerdo con Bigcommerce, es un problema común y latente, por lo que todos los comercios, están en riesgo y son potenciales víctimas de cibercriminales que cada día se vuelven más sofisticados en sus métodos de ataque.
Refirió que datos de Sophos indican que el 69% de las empresas de retail fueron víctimas de ciberataques a nivel global en la primera mitad de 2023. Específicamente en México la Condusef señaló que en un periodo de seis meses se reportan 3.5 millones de reclamaciones por posibles fraudes, lo que representa un monto de 9,213 millones de pesos en pérdidas.
Signifyd, partner de Bigcommerce, abundó que por cada 100 dólares en fraude, se derivan 207 más en costos que vienen como consecuencia. Esto debido a que más allá del valor de la mercancía, existen costos operativos como el procesamiento del pedido, la gestión de la cadena de suministro, así como el costo por la ejecución de la venta y las tarifas por devolución.
Por ello, y sumado a lo anterior, un estudio de Juniper Research señala que las pérdidas para los comercios a nivel global durante 2023 podrían alcanzar hasta 48 mil millones de dólares, debido a los fraudes en ele-commerce.
¿Qué tipos de fraudes existen?
- Fraude de tarjeta bancaria: se presenta cuando un estafador logra comprometer la información bancaria de un usuario y la utiliza para realizar compras y/o pagar servicios a nombre de la persona vulnerada
- Fraude de afiliación: los comercios cuentan con programas de afiliados en los que recompensan, con una comisión, a los usuarios que refieren a otros compradores. Dicho lo anterior, existen defraudadores que se inscriben a dichos programas y envían tráfico basura al sitio del comerciante utilizando bots para activar esas recompensas, lo cual consiste en un engaño al sistema
- Contracargos: este tipo de fraudes se presentan cuando el comprador solicita un reembolso de la compra, incluso aunque ya recibió los bienes o servicios comprados. En este tipo de casos, es el comercio el responsable de reembolsar al banco emisor de la tarjeta bancaria el monto que previamente la devolvió al usuario
- Phishing: es una de las técnicas más comunes en e-commerce con 17% de los casos. Consiste en el envío de correos electrónicos infectados con links maliciosos, mediante los cuales engañan a los clientes para que revelen datos como su nombre de usuario y contraseña, para luego iniciar sesión y realizar compras no autorizadas
¿Cómo atacar de la mejor manera los fraudes?
Es importante que los comercios cuenten con un proveedor de e-commerce que tenga, a su vez, aliados estratégicos que brinden herramientas de prevención de fraude basadas en Big data, aprendizaje automático e inteligencia artificial para distinguir entre operaciones apócrifas y legítimas.
Ese proveedor debe utilizar la data histórica, tanto de dicho comercio como de otros clientes, para entender el comportamiento de los clientes legítimos y fraudulentos y generar patrones más precisos que permitan detectar el fraude de forma anticipada, en lugar de hacerlo ya que se presentaron las vulneraciones.
"Comprender ese comportamiento permite brindar a los comercios y marcas un margen de maniobra más amplio en puntos clave de su procesos de ventas, lo que es clave para evitar que el índice de fraude siga incrementándose", destacó.
En conclusión, el fraude en el comercio electrónico es un fenómeno habitual en 2023 y no va a disminuir. Desde el phishing y la apropiación de cuentas hasta el fraude con tarjetas de crédito, los actores maliciosos pueden emplear diversas técnicas para estafar a los comerciantes.
Por lo cual recalcó que es imperativo que los
comerciantes se mantengan en
guardia mientras las
tecnologías siguen evolucionando. Acudir a
aliados
tecnológicos que promuevan una
infraestructura de
comercio
electrónico que incluya socios especializados sobre el terreno, se convierte en algo esencial para proteger tanto las
operaciones
internas como a los
clientes de las
empresas.