Las autoridades hacendarias de México se vieron obligadas a adecuar el marco macroeconómico a las condiciones actuales en el mundo, que incluyen la pandemia y la incertidumbre por el conflicto entre Rusia y Ucrania, por ello, para este 2022, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) corrigió el pronóstico de crecimiento económico del país, de 4.1% a 3.4%, y para 2023 de 3.5%, a 3.4%.
No obstante, las estimaciones de especialistas privados son más cautelosas; el Banco de México y Citibanamex, por ejemplo, anticipan un crecimiento para este año de apenas un 1.8% y 2.1% para 2023, mientras Bank of America y BBVA pronostican tasas de crecimiento de 1.3%, sobre todo por la situación en 2021, donde las presiones inflacionarias se agudizaron.
Al respecto, el INEGI informó que en el tercer mes del año los precios al consumidor aumentaron 0.99% por el aumento de 0.72% en los precios del indicador subyacente, en tanto, la inflación no subyacente fue de 9.45%, y por si eso fuera poco, el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa 2022 de la consultora Kearney, ubicó a México fuera de los 25 países más atractivos.
En el “Documento de Precriterios Generales de Política Económica 2023” de la SHCP, comenzó el proceso de presupuestación de ingresos, egresos y deuda pública del ejercicio fiscal presente, sin embargo, el “Análisis Económico Ejecutivo” del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), aseguró que dichos “Precriterios no muestran nada sorprendente”, pero “reflejan la necesidad de fortalecer las fuentes de recursos de ingresos públicos”.
Y es que aunque se anticipa que lo ingresos presupuestarios del sector público superarán en 328.8 mil millones de pesos (mmp) lo previsto en la Ley de Ingresos de la Federación 2022, los expertos del CEESP aseguraron que esto no debe considerarse “una fuente de recursos permanente”, ya que el precio del petróleo es de alta volatilidad, y los ingresos en este rubro (230.3 mmp) serán menores respecto a lo aprobado para 2022.
Además, se estima que el gasto neto sea 336.3 mmp, superior al monto originalmente aprobado y que el gasto programable aumenta 244.8 mmp, afectando así prioridades sociales como salud, educación y seguridad, algo que, de acuerdo con especialistas podría mitigarse si se dedican recursos adicionales a atención a la salud y a medicamentos, ya que se prevé que los ingresos tributarios sean mayores en 570 mmp a lo estimado para 2022.
Por lo anterior, los expertos sugirieron establecer medidas eficientes de simplificación de impuestos que no alienten la informalidad y fiscalización y eleven la eficiencia recaudatoria sin desalentar la inversión, además, la asignación del gasto debe enfocarse en proyectos de inversión rentables socialmente y programas que promuevan la movilidad social.
