PACIC podría ser insuficiente: CEESP
La inversión necesita certidumbre, estado de derecho y respeto a los compromisos
Finanzas
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseguró que el consumo y la inversión son los principales motores del crecimiento y comienzan a tener avances, aunque todavía no apuntan convincentemente a una sólida recuperación que podría llevarlos a los niveles tendenciales.
No obstante, algunos de los principales indicadores económicos presentan avances modestos en la actividad económica y en la mayoría no se ha podido recuperar lo perdido y las expectativas son cada vez menos favorables.
El CEESP detalló que los pronósticos de los especialistas privados se mantienen a la baja y ya anticipan un avance de la economía de solo 1.7% para el 2022. Hacia adelante, no se anticipa una perspectiva mucho mejor.
El pronóstico promedio de crecimiento del PIB para los próximos diez años se ubica en 2.0%. Tasa a todas luces insatisfactoria e inferior al promedio de 2.4% del periodo 2013-2018, que se consideraba demasiado baja.
Al tiempo, mientras que la recuperación de la economía se ha retrasado, la inflación complica adicionalmente el panorama. Ahora se debe evitar que las presiones inflacionarias se conviertan en una nueva limitante para el crecimiento.
Ello, más allá del deterioro que la inflación causa al bienestar de los hogares, especialmente a los segmentos de menores ingresos, que aún sufren los efectos negativos de la pandemia.
En ese tenor el presidente dio a conocer el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) con un impacto limitado y lento; además, el principal impulso de la inflación es externo, lo que resta efectividad a medidas internas para controlarla.
Aunque aclaró que el anuncio del gobierno es positivo en varios aspectos. Incluye la colaboración no coercitiva del sector privado para mitigar los aumentos de precios de la canasta básica de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), sobre la base de la cooperación; evita controles administrativos rígidos; muestra una legítima preocupación de la autoridad frente al fenómeno inflacionario; y reconoce que lo que se puede hacer para contener la inflación es reducir los costos de la economía e impulsar la oferta de bienes y servicios.
Agrego que la reducción de costos y el impulso a la oferta está presente en varios de los compromisos del gobierno en el plan, de lo cual apuntó:
En primer lugar, muchos puntos deberían ser parte de una agenda permanente del gobierno, en particular de la Secretaría de Economía y otras sectoriales, para facilitar la actividad económica. Por ejemplo, la reducción de varios aranceles, la extensión de los distritos de riego, la inversión en infraestructura pública y su mantenimiento y la evaluación científica del costo-beneficio de restricciones a productos como el glifosato y los organismos genéticamente modificados, entre otros.
En segundo lugar, y más importante aún, aumentar la oferta de bienes y servicios en la economía significa ni más ni menos crecimiento económico. Y eso se logra mediante reducción de costos y, sobre todo, mediante mayor inversión.
La inversión necesita certidumbre, estado de derecho y respeto a los compromisos. El sector privado ha dado muestras de estar comprometido con el propósito del crecimiento y de mitigar la presión inflacionaria y está abierto a la cooperación con el gobierno.
“Pero es indispensable e impostergable que el gobierno mantenga, o más bien recupere estas propiedades para México a fin lograr una sana reactivación de la economía y con ello alivie las presiones inflacionarias”, concluyó.