¿Qué pasaría si todo el mundo tuviera la misma moneda?

Aunque en el mundo hay 180 monedas que han sido reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el dólar estadounidense (USD), es la que más se utiliza y se usa como referencia, e incluso no solo se usa en Estados Unidos, sino también en territorios de ultramar, algunos países oceánicos, Timor Oriental, Territorio Británico del Océano Índico y Zimbabue.

Si bien, cada nación tiene su propia moneda, por ejemplo, en México tenemos el peso (MXN), también usamos como referencia al dólar, pero, ¿qué pasaría si existiera una sola moneda en todo el mundo? Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), eso implicaría menores costos de transacciones.

La Comisión explicó que no solo se podrían disminuir los costos de las operaciones bancarias, sino también, el intercambio comercial sería más sencillo y terminaría con los tipos de cambio, es decir “comprar y vender sería menos complicado y más barato”, lo cual beneficiaría a las empresas a través de una especie de sistema comercial de trueque.

Por otro lado, la elaboración de las divisas también implicaría menores costos, ya que al hacer una sola moneda global para los países permitiría reducir costos de emisión, lo cual beneficiaría a las naciones en temas de impresión y mantenimiento.

Ahora bien, la propuesta supondría un reto, ya que habría que elegir qué país debería controlar la moneda, y si esta fuera emitida y controlada por un solo país, podría tener problemas de intereses de ese con otros, también podría crear desequilibrios económicos, entre territorios más ricos que aquellos que tuvieran menos dinero.

Además, tener una sola moneda en todo el mundo no solucionaría problemas económicos, de acuerdo con la CONDUSEF, estos “podrían hacerse más grandes por las desigualdades de cada país, es decir, afectaría los niveles de pobreza y riqueza de las personas”, así que, aunque unificar el dinero tiene ventajas, también tiene retos que hacen, se vea lejano usar una moneda igual en todo el mundo.