Reglas para la deducción de inversiones

Conoce las regulaciones particulares que aplican a este concepto

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 .  (Foto: iStock)

La determinación de la base gravable de un contribuyente se obtiene disminuyendo de los ingresos acumulables las deducciones autorizadas por la LISR; estas últimas incluyen a las inversiones, las cuales serán deducibles aplicando un porciento máximo  dependiendo del tipo de inversión de que se trate.

De conformidad con el artículo 32 de la LISR se considera como inversión: los activos fijos, los gastos y cargos diferidos y las erogaciones realizadas en periodos pre operativos; asimismo dicho ordenamiento esclarece las definiciones siguientes:

  • activo fijo: conjunto de bienes tangibles que utilizan los contribuyentes para la realización de sus actividades y que se demeritan por el uso en el servicio del contribuyente y por el transcurso del tiempo
  • gastos diferidos: son los activos intangibles representados por bienes o derechos que permiten reducir costos de operación, mejorar la calidad o aceptación de un producto, usar, disfrutar o explotar un bien, por un periodo limitado, inferior a la duración de la actividad de la persona moral
  • cargos diferidos: aquellos que permiten reducir costos de operación, mejorar la calidad o aceptación de un producto, usar, disfrutar o explotar un bien, por un tiempo limitado, inferior a la duración de la actividad de la persona moral; excepto los relativos a la explotación de bienes del dominio público o a la prestación de un servicio público concesionado, pero cuyo beneficio sea por un periodo ilimitado que dependerá de la duración de la actividad de la persona moral, y
  • erogaciones realizadas en periodos pre operativos: tienen por objeto la investigación y el desarrollo, relacionados con el diseño, la elaboración, el mejoramiento, el empaque o la distribución de un producto, así como con la prestación de un servicio; siempre que las erogaciones se efectúen antes de que el contribuyente enajene sus productos o preste sus servicios, en forma constante

Reglas para su deducción

Aparte de acatar los requisitos generales de la deducibilidad contenidos en el artículo 27 de la LISR, se debe obedecer a la norma particular que contempla las reglas para la deducción de inversiones, que precisa lo siguiente:

  • se consideran como inversiones: las reparaciones y adaptaciones a las instalaciones que impliquen mejoras al activo fijo
  • las inversiones en automóviles convencionales solo serán deducibles hasta por un monto de $175,000.00. a $250,000.00 para los que cuenten con motor de combustión interna o accionado por hidrógeno
  • las inversiones en casas habitación (no se incluyen las casas de recreo) y en comedores, que no estén a disposición de todos los trabajadores de la empresa, siempre que el contribuyente conserve como parte de su contabilidad, la documentación con la que acredite que los bienes se utilizan por necesidades especiales de su actividad y presente el aviso correspondiente ante el SAT
  • para los aviones, la deducción se calcula considerando como monto original de inversión (MOI) máximo, una cantidad equivalente a $8’600,000.00 (en caso de que el contribuyente se dedique al arrendamiento, el MOI no tendrá límite)
  • en caso fusión o escisión de sociedades, los valores sujetos a deducción no deberán ser superiores a los valores pendientes de deducir en la sociedad fusionada o escindente
  • las comisiones y los gastos derivados de la emisión de obligaciones o de cualquier otro título de crédito, colocados entre el gran público inversionista, o cualquier otro título de crédito, se tienen que deducir anualmente en proporción a los pagos efectuados para redimir dichas obligaciones o títulos, en cada ejercicio
  • las construcciones, instalaciones o mejoras en activos fijos tangibles, propiedad de terceros son deducibles en términos de la deducción de inversiones, y
  • las regalías, se pueden hacer deducibles únicamente cuando las mismas hayan sido efectivamente pagadas

Por lo anterior resulta conveniente conocer las reglas a seguir para la deducción de las inversiones, además de cumplir con la aplicación del porciento máximo autorizado, a efectos de no cometer errores en el cálculo de la determinación de las contribuciones y de esa forma prevenir posibles contingencias fiscales.