Agenda 2030 necesita de política fiscal adecuada
La igualdad debe ser el motor del crecimiento, ya que la desigualdad es ineficiente desde el punto de vista económico y social, y conspira contra el desarrollo sostenible
Fiscal Contable
Para alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) establecidos en la Agenda 2030, los países deben contar con espacio fiscal que solo puede generarse a través del combate a la evasión y los flujos financieros ílicitos, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“La cultura del privilegio debilita la confianza en las instituciones. La CEPAL estima que la evasión tributaria en América Latina y el Caribe llega a los 335,000 millones de dólares, o un 6,3% del PIB. ¡Podríamos financiar la Agenda 2030 con ese dinero!”, enfatizó.
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Asimismo, reiteró que la extrema concentración de la riqueza y la creciente desigualdad son los principales problemas que deben ser enfrentados para lograr mayores progresos.
“La desigualdad sigue siendo un desafío enorme. En América Latina y el Caribe estamos progresando en materia de distribución del ingreso y algunas metas ya han sido cumplidas -como la reducción de la mortalidad materna-, pero hemos retrocedido en cuanto al empleo. Para asegurar una distribución del ingreso más equitativa se necesitan políticas fiscales activas que permitan financiar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y así evitar que nadie quede atrás”, puntualizó la secretaria ejecutiva del organismo internacional, Alejandra Bárcena.
En ese sentido, llamó a adoptar impuestos ambientales y de salud, así como en la economía digital; repensar los gastos tributarios para alinearlos con los resultados de la inversión; y fortalecer la tributación sobre la renta y propiedad personal.
“Para ello en la CEPAL proponemos cuatro políticas de gasto e inversión pública: proteger la doble inclusión (social y laboral) de las personas sobre la base del gasto social; orientar las inversiones públicas hacia tecnologías innovadoras basadas en los recursos naturales; fomentar los acuerdos público-privados para impulsar la infraestructura y las energías renovables; y rediseñar los incentivos fiscales para las políticas industriales”, explicó.
Con respecto a los desafíos específicos para los países de renta media -clasificados de esta forma según su ingreso nacional per cápita y que abarcan la mayoría de las naciones de América Latina y el Caribe- Bárcena indicó que este criterio de ingreso per cápita no logra reflejar las múltiples heterogeneidades económicas y sociales de estos países.
Insistió en que la igualdad debe ser el motor del crecimiento, ya que la desigualdad es ineficiente desde el punto de vista económico y social, y conspira contra el desarrollo sostenible.