La incertidumbre de los mercados a causa del virus mortal que azota al mundo desde finales de 2019, ha generado disparidad en los tipos de cambios de las divisas.
Dada las circunstancias demográficas, en México la moneda con más regencia (a parte de la de origen) es el dólar; el cual ha despuntado frente al peso, alcanzando un tipo de cambio de un dólar equivalente superior a los 23 pesos.
Esta disparidad cambiaria tiene diversas repercusiones negativas en el país en particular en aquellas empresas que importan mercancías sobre todo en sectores como el automotriz, manufacturero y farmacéutico, quienes han visto como el valor de su compra ha aumentado significativamente.
Este efecto también se observa en las empresas que pactan compras o servicios en dólares, como por ejemplo en algunos despachos jurídicos o contables. Para el adquiriente del servicio el impacto financiero es inmediato incluyendo el IVA, ya que este se trasladará al tipo de cambio con el que se pague.
Para mayor compresión de esto último, sirve de base el siguiente caso:
Una empresa pactó un estudio de precios de transferencia en 2019 con un despacho contable el 30 de diciembre del mismo ejercicio por un importe de 100 mil dólares más IVA. Los cuales se pagaron el 18 de marzo de 2020.
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Fórmula
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Sustitución
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Deuda original
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$100,000.00
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Tipo de cambio del 30 de diciembre
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18.85
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| Igual:
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Deuda al 30 de diciembre en pesos
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$1,884,520.00
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IVA pendiente de pago
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$16,000.00
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| Por:
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Tipo de cambio del 30 de diciembre
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18.85
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| Igual:
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IVA por pagar
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$301,523.20
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Pago el 18 de marzo
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$100,000.00
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| Por:
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Tipo de cambio
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23.06
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| Igual;
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Pago del 18 de marzo en pesos
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$2,305,730.00
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IVA por pagar
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$16,000.00
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| Por:
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Tipo de cambio al 18 de marzo
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23.06
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| Igual:
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Pago del 18 de marzo
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$368,916.80
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Diferencia por paridad en el servicio
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($421,210.00)
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Diferencia por paridad en el IVA
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($67,393.60)
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Es importante mencionar que, para efectos del IVA, las operaciones gravan cuando son efectivamente pagadas. Para el ISR, este tipo de operaciones generan una fluctuación cambiaria que se debe registrar contablemente, así como darle los efectos fiscales correspondientes.
De continuar esta depreciación originará que los costos se repercutan en el consumidor final, y por ende un posible incremento en la inflación, la cual a la fecha, algunos especialistas descartan.
Algunas recomendaciones para que las empresas disminuyan o controlen el impacto por el tipo de cambio son:
- mantener el mismo nivel de activos y pasivos o ingresos y gastos en moneda extranjera para que el efecto se neutralice
- tratar de controlar el riesgo mediante la utilización de coberturas de tipo de cambio por medio de instrumentos derivados como son los futuros y las opciones
- determinar una política de precios en donde se pueda ajustar el tipo de cambio periódicamente, con base en lo que pactarían terceros independientes en el mercado abierto o contratos comparables, y
- convertir de moneda extranjera a nacional los pasivos que se tengan, para no tener el impacto de las fluctuaciones cambiarias y la posible no deducción de los intereses
