Dimes y diretes de la reforma del PRI

A decir del gobierno y de los economistas, los cambios propuestos en materia de IVA y del IETU podrían afectar las finanzas públicas

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 .  (Foto: IDC online)

La propuesta del Senador Beltrones, a nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentada el pasado 10 de marzo de 2011, ante la Cámara de Diputados, ha dado pauta a una gama de opiniones en los diversos sectores: empresarial, financiero, económico, político, de especialistas fiscales, y obviamente del fisco federal, expresando cada uno sus reflexiones al respecto.

La iniciativa del PRI es profunda, al incluir modificaciones en los ejes fundamentales de nuestro sistema recaudatorio dando pauta a una reforma de las denominadas estructurales, mismas que comúnmente se modifican al gusto político, incluso en algunas ocasiones buscan favorecer a un determinado sector para adquirir adeptos. Así, la propuesta de mérito representa la oportunidad de abrir un buen debate pero está lejos de ser una solución fiscal acertada.

En cuanto al impuesto empresarial a tasa única (IETU) el fisco federal sostiene que su eliminación traería como consecuencia un desequilibrio financiero importante, al ser ese tributo un medio de control del impuesto sobre la renta (ISR), que ha permitido no sólo recaudar más, sino aumentar la incidencia en el pago del ISR.

Respecto del impuesto al valor agregado (IVA) el economista Fernando Lozada del Deutsche Bank para América Latica, asevera que la propuesta en este rubro podría provocar inestabilidad en los mercados por el efecto de la pérdida de recursos aproximada entre 130,000 a 150,000 millones de pesos, al preverse un mecanismo de devolución para las personas físicas no contribuyentes del IVA, porque al generarse dudas en los mercados puede presentarse un aumento en las tasas de interés, aunado a la disminución de puntos del producto interno bruto.

Si bien con la iniciativa se genera un impacto positivo en los ingresos, por otro lado, se reduce la tasa efectiva haciendo perder lo ganado.

El debate está abierto brindando la oportunidad de concretizar una reforma benéfica para el país, pero eso dependerá del conocimiento y sensatez de nuestros legisladores.