¿Realizas tus conciliaciones bancarias?

Si no están debidamente soportados, los documentos pueden revelar movimientos y catalogarse como ingresos acumulables

Lista de contribuyentes morosos
 Lista de contribuyentes morosos  (Foto: Redacción)

Con base en el artículo 33 del Reglamento del Código Fiscal de la Federación (RCFF), los estados de cuenta y las conciliaciones bancarias forman parte de tu contabilidad, pero ¿cuál es la importancia de conciliar tus registros contables contra los que señala el banco?

Cuando haces los registros contables debes verificar que cuentas con la documentación que soporte cada asiento. Posteriormente, al realizar la conciliación bancaria podrás identificar si todos los movimientos que aparecen en tus estados de cuenta fueron contabilizados.

De realizar estas actividades evitarás sorpresas en caso de una revisión por parte de las autoridades fiscales, pues de conformidad con el artículo 45 del CFF, durante la práctica de la visita domiciliaria las autoridades te pueden requerir la contabilidad y demás papeles que acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales.

Es decir, los estados de cuenta bancarios son documentos en los que se hacen constar ingresos, retiros, comisiones bancarias, intereses ganados e impuestos retenidos y por ende constituyen un medio para demostrar la existencia de ingresos y egresos del contribuyente.

También permiten verificar el debido cumplimiento de las disposiciones tributarias, así lo confirmó el TFJFA en diversas tesis y jurisprudencias que dio a conocer en mayo pasado, y que pueden consultarse en el siguiente enlace.

A su vez, la fracción III del artículo 59 del CFF dispone que los montos de los depósitos bancarios que no estén soportados documentalmente en la contabilidad, aun cuando sí estén registrados, se presumen como ingresos por los que se deben pagar contribuciones.

Por ejemplo si recibiste un préstamo, no es suficiente con que lo registres como tal, sino que debes contar con el contrato que lo ampare para poder justificar la entrada de dinero a tu cuenta. De no hacerlo, el SAT puede presumir que es un ingreso que no declaraste y cobrarte el impuesto correspondiente.