Qué pasa si obstaculizo una revisión fiscal

Si atiendes una visita domiciliaria y te niegas a recibir la orden, ya sea verbalmente o con resistencia física, te conviertes en infractor

En el acta, resultado de una visita de la autoridad hacendaria, se debe asentar quién recibió la orden de esa diligencia
 En el acta, resultado de una visita de la autoridad hacendaria, se debe asentar quién recibió la orden de esa diligencia  (Foto: Redacción)

Por Berenice Chávez

Bajo ninguna circunstancia debe existir algún tipo de impedimento para que la autoridad fiscal pueda verificar el correcto acatamiento de las disposiciones fiscales de los contribuyentes. Por ejemplo con la sola negativa para llevar a cabo alguna acción fiscalizadora, se puede acreditar la conducta infractora, al tratarse de una oposición real para el desarrollo de una visita domiciliaria ordenada (art. 85, fracc. I, CFF).

Así las cosas, si atiendes una visita domiciliaria y te niegas a recibir la orden, ya sea verbalmente o por medio de rebeldía o resistencia física (en el propio domicilio), que tienda a obstaculizar el inicio o desarrollo de las facultades de la autoridad, es claro que cometes una infracción, pues trastocas el fin inmediato de la visita: salvaguardar las facultades de comprobación previstas en el CFF.

La hipótesis citada se vislumbra en la jurisprudencia VISITA DOMICILIARIA. LA SIMPLE NEGATIVA A RECIBIR LA ORDEN RELATIVA ACTUALIZA LA HIPÓTESIS NORMATIVA PREVISTA EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 85 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Materia Administrativa, Tesis 2a./J. 155/2015 (10a.),  Jurisprudencia, Registro 2010805,  15 de enero de 2016.