CFDI impactó a industria mexicana

Por Allan Morgan

Con el cambio de la factura de papel a los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet, mejor conocidos como CFDI, hubo una revolución en cuanto al cumplimiento de las obligaciones tributarias en todo el país. Tan solo hasta junio pasado se realizaron 16.7 millones de facturas diarias, 501 millones mensuales y 6,021 millones anuales, confirmó el presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores Autorizados de Certificación (Amexipac), Javier Vega Flores, durante el Foro IDC.

En ese tenor, señaló que gracias a los medios electrónicos la recaudación fiscal se vio beneficiada, ya que derivado de las facturas electrónicas hubo un aumento de 40% en el padrón fiscal en solo 4 años.

Según datos del SAT, al finalizar 2011 la base de emisores locales alcanzó los 332,315, dicha cifra tuvo un incremento exponencial tras el aval de la reforma fiscal, pues al cierre de 2014 la cantidad de emisores llegó a cuatro millones 271,152 y hasta agosto de 2016 sumaron poco más de seis millones.

La mayoría de los sectores económicos del país tuvieron una buena adopción a las Tecnologías de la Información (TICs) con la implementación del CFDI en sus empresas, de acuerdo con el estudio “Impactos sectoriales del uso de Factura Electrónica en México” elaborado por Amexipac. Por ello, a continuación te enlistamos los puntos que destacaron las entidades pertenecientes a cada sector.

Industria manufacturera

El uso de papel se volvió obsoleto para este sector; sin embargo, aún existen empresas que consideran que es importante manejar papelería para la operación. Además de que los principales problemas que encuentran es la comunicación que se maneja dentro de las corporaciones, sin olvidar que estos mensajes se hacen más confusos con los constantes cambios de reglas que plasma la autoridad fiscal.

“Hay un control exagerado de la información por parte del gobierno, y que la Secretaría de Hacienda deberá eliminar errores y agilizar mecanismos”, precisaron.

Algunos puntos que señalaron es que la estructura de la factura ya no se modifique. Además se cree que los sistemas gubernamentales aún son lentos, con fallas en el sistema, por lo que tienen un margen de mejora importante en sus plataformas electrónicas, y que existen otros documentos del flujo de información que las autoridades aún no digitalizan.

Sector farmacéutico

La migración a la factura electrónica no fue tan sencilla por falta de especificaciones claras en particular al interior de las empresas. De igual forma, enfatizaron que la relación con la autoridad fiscal mejoró al reducirse las visitas de la autoridad tributaria.

Sin embargo, señalaron la necesidad de mejorar los procesos de digitalización  para visualizar la información y poderla extraer en Excel y que la autoridad sea capaz de realizar consultas de comprobantes y evitar así las solicitudes de documentación impresa a los contribuyentes para tramites de devolución, compensación, auditoría, entre otros.

Comercio al por menor

Este sector destacó la reducción de los problemas con la autoridad fiscal derivados de la automatización de procesos; No obstante, al igual que los rubros de manufactura y farmacéuticos consideran que los trámites podrían ser menores si no se realizaran cambios tan frecuentes.

Sector financiero y de seguros

En general coinciden en que la administración y conservación de información resultaba difícil. El proceso de migración generó cambio al interior de las organizaciones y fue difícil por la adaptación al cambio de tener facturas impresas a electrónicas.

En cuanto a mejoras, eficiencias o impactos que faltan a desarrollarse a partir de la continuidad del uso de la factura electrónica, las empresas del sector sugieren reducir las modificaciones y mejoras constantes además de volverlas más entendibles, también revelaron que se debe facilitar el acceso a los portales sin requerir tantas actualizaciones.

Actividades legislativas, gubernamentales, de impartición de justicia y de organismos internacionales

De acuerdo con el estudio, este sector continúa reflejando beneficios con la comprobación en papel, al no existir una unificación en las leyes para su uso.

Asimismo, creen que se deben estandarizar algunos documentos electrónicos en sus organismos, así como modificar normas para eliminar o reducir el uso de papel.