La Contribución Empresarial a Tasa Única (CETU), presentada por el Ejecutivo, ha generado un amplio debate en el sector de la filantropía en México porque de aceptarse ese impuesto, ya no habría exención a 100% para las donaciones ni para las operaciones de redondeo.
Mientras algunos especialistas y analistas económicos y políticos opinan que la aplicación de la CETU frenará la elusión de las grandes empresas que utilizan a la filantropía como un mecanismo para deducir y pagar menos impuestos, otros advierten que ésta podría dañar irreversiblemente a la filantropía y a las organizaciones donatarias.
Para el catedrático del CIDE, Ricardo Raphael, la razón de las autoridades por lograr que a éstas empresas se les grave surge a raíz de que se presume que a través de la filantropía se elude al fisco.
Señala que la eventual aprobación de la CETU permitiría aplicar a las empresas un techo a la elusión de impuestos vía donaciones, ya que los huecos y regímenes de excepción de la Ley del ISR permiten pagar menos impuestos. ?Buena parte de las grandes empresas han resuelto su pago de impuestos a través de acciones filantrópicas?.
Michael Layton, director del proyecto sobre Filantropía y Sociedad Civil del departamento de Estudios Internacionales del ITAM, manifiesta su preocupación por las consecuencias que acarrearía este impuesto a instituciones donatarias, al considerarse en la iniciativa la no deducción de los donativos y el gravamen de ingresos por cuotas de recuperación por servicios independientes.
Propone no sólo revertir dicha iniciativa sino impulsar la filantropía de forma permanente otorgando más incentivos fiscales.
Por último, José Luis Fernández, socio director del despacho Chevez, Ruiz y Zamarripa acota la discusión al estimar que la recaudación, producto de la deducibilidad de los donativos que pretende aplicar a empresas donatarias, no es significativa, por lo que Hacienda debe eliminarla en favor de mejorar su imagen de poco sensible que ha mostrado en el tratamiento de este tema.
Fuente: El Universal
