El Rector de Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE) de Argentina Alberto Benegas Lynch, ha señalado que "...a diferencia de los impuestos proporcionales, los progresivos afectan de modo creciente la formación de capital, lo cual, como queda dicho, incide negativamente sobre los salarios y muy especialmente sobre las personas de menor poder adquisitivo; por esto es que el impuesto progresivo es en verdad regresivo..."
Asimismo, señala que "...el impuesto progresivo también constituye un privilegio para los más ricos puesto que dificulta el ascenso y descenso en la pirámide patrimonial. En la medida de la progresividad, a los que van ascendiendo la pirámide desde la base se les amputa en forma creciente su patrimonio protegiendo a los que se encuentran en el vértice (aunque la pirámide se achique o eventualmente se achate)..."
Finalmente, observa que "...con la intención de expoliar a los más ricos, de hecho se está expoliando a los más pobres, precisamente, debido a las mermas en las tasas de capitalización..."
Estas ideas deben ser tomadas en consideración por las autoridades hacendarias y por el mismo Presidente de la República, con el objeto de respetar las garantías de equidad y proporcionalidad tributarias, pues es evidente que, las tarifas y tablas de impuestos aprobadas por el Congreso de la Unión (a iniciativa del Ejecutivo Federal) no cumplen con dichas garantías.
