Prueba voluntaria… del alcohol

A más de un mes de la ampliación de horario de establecimientos mercantiles con impacto zonal, no es común se efectúe la prueba

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 .  (Foto: IDC online)

Desde las más antiguas civilizaciones se sabe que el alcohol ha hecho a las almas  violentas, apacibles, y a las personalidades retraídas, sociables.

El alcohol, fuente de placer para algunos, de negocio para otros, de distracción para casi todos y desgraciadamente, de enfermedad para otros más, en los últimos años, ha sido escudriñado con atención por las autoridades gubernamentales, quienes en un afán de reducir las adicciones, los accidentes –sobre todo vehiculares-, y la proliferación de bebidas adulteradas, ha implementado esquemas para proteger a los consumidores de licores.

Una de esas medidas ha sido la introducción del alcoholímetro en nuestro país a partir del 19 de septiembre de 2003, siendo Insurgentes, Reforma, Eje Central Lázaro Cárdenas y Periférico unas de las principales vialidades protegidas por este sistema preventivo, que en una primera etapa, sólo constaba de 25 retenes. Ahora, a casi ocho años de su implementación, tenemos tantos que quizá sea imposible contarlos, al también cambiar su ubicación constantemente.

A partir del 4 de marzo de 2011, a los establecimientos mercantiles que pretendieran extender su horario de funcionamiento, se les impuso, entre muchos otros requisitos, el contar con alcoholímetros de aplicación voluntaria para sus clientes, así como desarrollar un plan de acción social a favor del consumo responsable de bebidas alcohólicas, entendiéndose éste como medidas de difusión para prevenir el consumo excesivo de alcohol, así como las consecuencias de conducir en estado de ebriedad.

Entonces se está ante una contradicción: Quédese a beber, pero, al mismo tiempo y milagrosamente, pase el alcoholímetro…

Puede pensarse que si se acude a festejar a algún bar o antro, mientras no se acuda conduciendo un automóvil no hay problema, pues no se enfrentará a la prueba mencionada, pero ¿qué pasa con las políticas y campañas creadas con el objeto de disminuir las adicciones? Es verdad que no todas las personas que se quedan hasta altas horas de la noche lo hacen ingiriendo dichas bebidas de manera irresponsable y sin medida, pero la ampliación del horario propicia un mayor consumo.

¿Autoridades que pretenden disminuir el consumo de alcohol o que lo fomentan al permitir horarios más amplios? Las autoridades tratan de satisfacer las pretensiones de los dueños de los establecimientos permitiendo la extensión del horario de funcionamiento, al mismo tiempo que implementan campañas que incitan a tener una vida libre de alcohol respetando totalmente la libertad individual de decidir qué tanto bebe o no quien acuda a tales centros de esparcimiento.

Definitivamente, la decisión es absolutamente personal y los ordenamientos relacionados con el consumo del alcohol, seguirán ajustándose continuamente, pero, ¿tu qué piensas? ¿Que cierren los bares o antros más tarde implica forzosamente mayor consumo? ¿Te han sugerido que te hagas la prueba voluntaria antes de salir?