Los juicios vía electrónica han tenido un avance en materia fiscal, pues permitirán ahorrar tiempos usados en transportación, gastos de representación y otros detalles que aunque de entrada parecen poco importantes, pueden representar un cambio palpable con el paso del tiempo, como es el ahorro de papel gastado en la impresión de documentos, lo cual no sólo ayuda a la economía del actor o el demandado, sino también del medio ambiente.
Por razones como ésta se reconoce que el campo civil se ha quedado atrás, mientras que la materia fiscal y también la mercantil está dando pasos en el sentido de ser un medio más inmediato de resolver litigios, como lo es, el juicio oral mercantil, aunque todavía no se implementa un proceso mercantil electrónico a pesar de los esfuerzos por hacerlo intangible con novedosos trámites en el Sistema Integral de Gestión Registral (SIGER) y la cada vez más amplia tendencia a contar con certificadores que emitan la firma electrónica en términos del Código de Comercio.
Si bien es cierto que muchas cuestiones de índole mercantil se terminan resolviendo por la vía civil al ser derecho supletorio y por empalmase en muchas ocasiones figuras del derecho mercantil en las del derecho civil o viceversa, no existe aún una perspectiva en la cual quedase definida para ambas materias por separado, o por un solo procedimiento el desarrollo de un juicio electrónico que podría dar mayor control a las partes involucradas sobre sus expedientes y también ayudar a conseguir sentencias más rápidamente.
Por ende, se vislumbra que con posterioridad se verá una inclusión de esta clase de juicios en materia civil, y una complementación de los avances en la oralidad mercantil de igual manera.
