En México nueve de cada diez películas son adquiridas de manera ilícita, lo mismo sucede con cinco de cada diez programas de computación; también son apócrifos el 20% de los libros y el 70% de los discos musicales. Se trata de la piratería, una actividad que realizan dos de cada tres mexicanos, según un diagnóstico de la Cámara de Diputados.
Además de que atenta contra la propiedad intelectual y el comercio formal, la piratería “genera pérdidas por 80,000 millones de pesos, que equivalen al 0.80% del Producto Interno Bruto del país, apuntó el diputado Jaime Arturo Vázquez (Independiente), quien presentó una iniciativa para modificar la Ley Federal del Derecho de Autor.
Las ganancias de los productos apócrifos o de imitación ascienden a un billón de pesos anuales, “casi una tercera parte del total del presupuesto de egresos de la federación aprobado” para 2012.
De hecho, México ocupa el nada honroso cuarto lugar en el mundo, y el primero en América Latina, en la venta de piratería, ilícito que abarca todas las ramas de la industria creativa: Desde la literatura, la música y el cine, hasta los programas de cómputo y los diseños textiles, entre otros.
Este fenómeno no solo perjudica las finanzas de la industria establecida, sino también a la hacienda del Estado, pues “propicia una sistemática evasión de impuestos”, agregó el legislador en un comunicado.
La iniciativa de reforma pretende ampliar la responsabilidad del Instituto Nacional de Derechos de Autor a fin de que esa instancia pueda denunciar contrabando y piratería que atente contra la propiedad intelectual.
