México ostenta el tercer lugar en el orbe como receptor de remesas, a pesar de que entre 2007 y 2010 en Estados Unidos se perdieron siete millones de empleos, de los cuales 400,000 correspondieron a fuentes de trabajo ocupadas por migrantes mexicanos, informó la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Actualmente ninguna nación escapa a tener migrantes en otros territorios o a recibirlos, por ello es necesario indagar sus múltiples causas y dialogar al respecto”, precisó la casa de estudios en un comunicado.
Las remesas enviadas a México el pasado mes de enero ascendieron a 1,501 millones de dólares, cifra que representa un aumento de 3.4% en comparación con lo recibido el mismo mes de 2011, de acuerdo con cifras del Banco de México.
Ese récord de recurso, enviados principalmente de Estados Unidos, obedece a que 63% de la población latina en aquel país es mexicana, apuntó el documento de la UNAM.
Si bien “la crisis financiera global modificó los flujos migratorios entre distintas naciones, con efectos alrededor del mundo, las repercusiones económicas de estos movimientos poblacionales son de las más significativas [dentro] de la recesión global”, concluyó el reporte.
