Los partidos políticos y el gobierno de Enrique Peña Nieto quieren que –por lo menos-al finalizar 2014 el país deje de ser una opaca nación burocrática, injusta y poco competitiva, para convertirse en un Estado menos desigual, más justo y eficiente, y con amplios mecanismos de transparencia.
Para ello, el gobierno federal y el Congreso proyectan arrancar en este primer semestre de 2013, a través del Pacto por México, 54 iniciativas y políticas públicas que renovarán al país en los ámbitos social, educativo, político, energético y de justicia, entre otros.
Por grado de dificultad para su implementación, las propuestas del Pacto se dividen en cuatro:
1. Las iniciativas que no requieren ni modificaciones legales, ni reforma hacendaria, es decir, sólo necesitan voluntad política
2. Las que necesitan una reforma legal
3. Los planes que requieren la reforma hacendaria, que será presentada en el segundo semestre de 2013
4. Los proyectos que no pueden llevarse a cabo sin reformas legales y sin reforma hacendaria
En el primer caso tenemos 12 propuestas, de acuerdo con el calendario del primer semestre de 2013 del Pacto por México. Se trata de políticas públicas con las que se beneficiarán las jefas de familia y los grupos indígenas, así como los sectores educativo y de comunicaciones. En este renglón también se ubica el fortalecimiento de la transparencia gubernamental.
A su vez, las iniciativas más importantes son aquellas que necesitan una reforma legal para su implementación, se trata de 19 propuestas entre las que destacan la reforma a la Ley de Amparo, el Código Penal único, los gobiernos de coalición, la competencia en telecomunicaciones y la reforma al Distrito Federal.
Por otro lado, los proyectos que sólo requieren de la reforma hacendaria son de largo alcance, se trata de 16 políticas que en su mayoría están planeadas para concluir en el segundo semestre de 2018. Los temas de éstas incluyen a la educación, la ciencia, la ecología, la justicia, y el sector financiero.
En último lugar se ubican las propuestas que no serán posibles sin reforma legal y hacendaria, en este apartado tenemos 7 iniciativas principalmente de seguridad y del sector energético.
En conjunto, los planes son ambiciosos y afectan partes medulares de lo que hasta ahora ha sido la configuración del Estado mexicano.
De hecho, si se excluye la Ley de Transparencia, que fue impulsada por Vicente Fox, el primer presidente mexicano que no emanó del Partido Revolucionario Institucional, estas reformas sólo son comparables a las modificaciones constitucionales emprendidas por Carlos Salinas de Gortari, quien siendo presidente (1988-1994) reanudó relaciones diplomáticas con El Vaticano, reprivatizó la banca, permitió la venta del ejido al cambiar el artículo 27 de la carta magna, y abrió la economía del país con la firma del TLCAN.
En esta ocasión, Enrique Peña Nieto y las fuerzas políticas representadas en el Congreso pretenden que México sea un país con equidad y justicia, sin impunidad, transparente, con mejor educación, competitivo, incluyente, atractivo en la inversión, y amigable con el ambiente. La pregunta sobre si tendrán éxito está en el aire.
