Pobreza e inseguridad afectan a jóvenes

El desempleo de los jóvenes en edad productiva es uno de los problemas más importantes que también padece este sector

Jóvenes se han sentido discriminados
 Jóvenes se han sentido discriminados  (Foto: Redacción)

Los tres principales problemas que enfrentan los jóvenes mexicanos son la mala economía, en el 50.2% de los casos; la inseguridad y la delincuencia, en el 36%, y el desempleo en el 30.2%, según un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A nivel nacional este segmento enumeró a la pobreza como uno de sus principales problemas (57%); el desempleo, en el 47.4%; la inseguridad, en el 41.5%, y la corrupción, en el 35.2%.

De hecho, tres de cada diez jóvenes entrevistados por la casa de estudios consideró que su actual situación económica es peor en contraste con la que vivía el año pasado, informó la UNAM en un comunicado.

“También, el 60.4% reconoce la existencia de algún nivel de violencia en los espacios escolares entre compañeros”, además de que el 26.4% afirmó que en su escuela había venta de drogas e inseguridad, revela el análisis.

Estos datos forman parte de los resultados de la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, que diseñó el área de investigación aplicada y opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

“Una cuarta parte de los encuestados mencionó que sus derechos no han sido respetados por no tener dinero”, y dos de cada diez consideran que han sido discriminados por su ropa y edad.

Entre las conclusiones del estudio se señala que los jóvenes constituyen el sector más tolerante en la sociedad mexicana, ya que aprecian –en mayor medida que los adultos- las diferencias étnicas, religiosas, de preferencia sexual y de ideas políticas.

No obstante, al mismo tiempo “aparecen elementos de una cultura autoritaria y paternalista”. Este hecho es de particular interés, apunta el análisis, ya que la alta valoración en el discurso que los jóvenes otorgan a la tolerancia y la participación, no se refleja en las prácticas, tanto en espacios formales como informales. Esto es evidencia de un “desencanto temprano, un malestar con la sociedad en la que les ha tocado vivir y desarrollarse, que les niega oportunidades”.