México (Notimex).- El mercado informal de pilas en México alcanza al 40% de las baterías que se venden en el país, de acuerdo con Benjamín Ruiz Loyola, jefe de la sección de Química Experimental y Aplicada de la Facultad de Química de la UNAM.
El académico considera que las baterías del mercado formal no afectan al ambiente, ya que cumplen con los parámetros establecidos por la legislación mexicana en la materia.
Sin embargo, el riesgo se encuentra en las pilas que llegan a México de contrabando, que son vendidas en los tianguis o afuera de las estaciones del metro, las cuales -al sobrepasar los índices de contaminantes- sí representan un daño potencial al ambiente.
"La calidad de envoltorio no es igual, muchas están forradas de cartón, a diferencia de los productos legales que son de metal y soportan el peso de un camión”, con lo que en caso de llegar a un basurero no se derrama su contenido.
En ese sentido, el investigador expuso que las baterías de auto sí se consideran materiales peligrosos, debido a que muchas de ellas trabajan con plomo.
De acuerdo con un análisis de las pilas que se venden en el mercado formal del país, aquellas de marca reconocida y que cumplen con los parámetros de la ley, no contienen materiales peligrosos, ya que éstos se ubicaron en el estudio “por debajo de lo establecido” en las normas mexicanas, dijo Ruíz Loyola.
Según la Asociación Mexicana de Pilas (Amexpilas), las pérdidas por la venta de baterías pirata ascienden a 1,800 millones de pesos.
Al respecto, el pasado 14 de marzo, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen con el que se reforma el artículo 31 de la Ley general para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
La propuesta impulsa el manejo de las pilas como residuos peligrosos, lo cual podría aumentar su precio en detrimento del consumidor, además de que crecería en 60% el contrabando de baterías, según Amexpilas.
