Empresas se adaptan a la violencia en México

La inversión extranjera sigue llegando al país a pesar de la inseguridad que se vive en algunas zonas

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Por: Isabel Mayoral Jiménez

Los inversionistas se adaptaron ya al clima de inseguridad que prevalece en algunas zonas de México, y lejos de abandonar el país asumen el costo que les representa estar cerca del mercado más grande del mundo: Estados Unidos.

"El tema de seguridad sí puede presentar un foco rojo en algunas regiones, pero afortunadamente está localizado y para cualquier país donde vayas a hacer negocios tienes que tomar en cuenta factores como éste", aseguró el vicepresidente de la American Chamber México (AmCham), José Zozaya, que aglutina casi al 70% de la Inversión Extranjera Directa (IED) que llega al país.

El directivo considera que la inseguridad no está limitando la entrada de IED. "Sí ha habido casos específicos y no podemos cerrar los ojos y negarlo, pero en el panorama mayor no se está limitando”, la inversión –dice- sigue llegando.

Un ejemplo de la adaptación de las compañías son las empresas Marsh Brockman y Schuh, que lanzaron desde enero de 2013 un seguro que cubre los daños generados por el crimen organizado y actividades terroristas.

El subdirector de Placement de Marsh, Julián Abraham, destacó que el producto combina la cobertura tradicional de terrorismo -actos cometidos por motivos políticos religiosos e ideológicos - y sabotaje, más los daños que pudieran ocasionarse derivados del crimen organizado.

El monto asegurado depende del límite y puede ir desde 100,000 o 500,000 dólares hasta los 25 millones de dólares, que es la capacidad máxima que se puede contratar para este tipo de riesgos, pero también depende del monto deducible, que puede variar de acuerdo con las necesidades del cliente.

El seguro aplica únicamente para compañías que deben llenar un cuestionario, la cobertura se da a través de Seguros Atlas, firma que realiza la contratación. 

Varias empresas han visto afectadas sus operaciones en México debido a las amenazas del crimen organizado. En 2012, los centros de distribución y vehículos de la empresa Sabritas fueron incendiados en Michoacán por el cártel de "Los Caballeros Templarios".

El 4 de mayo, se difundió que Saba también enfrenta daños en sus operaciones en ese mismo estado. Otra compañía afectada por la violencia es Opengate Capital Group, que el sábado pasado demandó al fabricante estadounidense de equipo de laboratorio Thermo Fisher Scientific por venderle una planta en Tamaulipas sin revelarle que ahí operaba un cártel del narcotráfico.

Con información de CNN Expansión