Ahora sí ¿Profeco va enserio?

En julio la procuraduría multó a McDonalds y Genomma Lab, y suspendió 15 hoteles del DF

Alfredo Castillo al asumir el cargo como titular de la Profeco (Foto: Comunicación Social de la Secretaría de Economía)
 Alfredo Castillo al asumir el cargo como titular de la Profeco (Foto: Comunicación Social de la Secretaría de Economía)  (Foto: Redacción)

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), desde el 21 de mayo pasado, ha multado, clausurado e inmovilizado productos y servicios de diversas empresas que perjudican la economía de los consumidores.

En las últimas semanas la Profeco penalizó a las empresas McDonalds y Genomma Lab por mostrar publicidad engañosa; las sanciones impuestas fueron de 684,584 pesos para la cadena de comida, y de 2 millones 33,000 pesos para la compañía farmacéutica.

Asimismo, suspendió 15 hoteles de las zonas de Polanco, Reforma y Centro Histórico del Distrito Federal, y 19 bares y discotecas de varios municipios del Estado de México por incurrir en prácticas abusivas.

Además, durante las primeras semanas de junio el organismo cerró siete gasolineras en la capital del país y su zona metropolitana, que incluye a varios municipios del Estado de México, por no despachar litros completos del combustible.

De igual forma, la procuraduría inmovilizó 20,772 envases de pan dulce de la empresa Bimbo, por promover publicidad falsa, e informó que la sanción económica para la compañía se encuentra en la etapa de análisis.

A su vez, cerró 15 bodegas que se dedicaban a comercializar y distribuir pollo en el Distrito Federal, ya que operaban con básculas que no cumplían con la calibración anual, en tanto que se mostraban precios falsos a los consumidores.

Lo mismo sucedió con la firma Coca-Cola, que fue multada por exhibir publicidad engañosa en un spot televisivo en el que se señalaba un número erroneo de las calorías que contiene el refresco.

Cabe recordar que previo al partido de la final del futbol mexicano, entre el América y el Cruz Azul, la Profeco colocó sellos de suspensión en el estacionamiento general del estadio Azteca, por no exhibir los costos del servicio.

Estas medidas también han alcanzado a la mayoría de las aerolíneas del país, cuyas básculas no estaban calibradas, además de que -de manera específica- una línea aérea llegó a cobrar de manera injustificada hasta 300 pesos por la impresión de los pases de abordar.