Sólo el 11% de los ciudadanos que participaron en la encuesta semanal de IDConline aseguraron que con la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética existirán mejorías en el desempeño de Pemex.
Por otra parte el 79% de los consultados rechazaron las normativas que recientemente fueron avaladas por el Senado de la República; mientras que el 10% de los encuestados indicó que desconoce si las modificaciones harán más eficiente el desempeño de la paraestatal.
El Congreso mexicano terminó la aprobación de las leyes secundarias en materia energética, una legislación indispensable para que se implemente la apertura del sector a la inversión privada nacional y extranjera.
El principal punto de las leyes aprobadas consiste en establecer que el Estado asuma una parte del pago de los pasivos laborales de Pemex y de la CFE (pensiones y jubilaciones), que ascienden a más de 1.6 billones de pesos.
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), partidarios de la reforma energética y sus leyes secundarias, argumentaron que esta medida es necesaria para sanear las finanzas de Pemex y de la CFE, y con ello dejarlas en mejores condiciones para competir con las empresas privadas que llegarán al país.
Además, señalaron que —según la legislación— la conversión de esa deuda estará sujeta a cuando menos tres requisitos:
1) que Pemex y la CFE modifiquen los contratos colectivos de trabajo con sus sindicatos, para establecer otras condiciones de retiro para sus nuevos empleados
2) que ambas instituciones apliquen programas de austeridad en el gasto
3) que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) haga una revisión de esos pasivos.
