Continúa desconfianza hacia juicios orales

Sólo el 33% de las personas que respondieron a la encuesta de IDC apoya la aplicación de este sistema

Durante el 2013 se gestionó la mayor cantidad de juicios terminados en materias laboral, civil, mercantil y penal
 Durante el 2013 se gestionó la mayor cantidad de juicios terminados en materias laboral, civil, mercantil y penal  (Foto: Redacción)

Casi seis de cada diez participantes en la encuesta semanal de IDConline consideraron que el sistema de justicia no mejorará con la implementación de los juicios orales.

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De acuerdo con un sondeo similar, la cantidad de personas que indicó que el sistema no tendrá modificaciones ni beneficios para la población se mantuvo en 54% de los encuestados, cifra igual a la registrada en 2014.

Sin embargo, hubo una ligera alza en las personas que aseguraron que la nueva modalidad ayudará a la población (33%), considerando que el año pasado el 27% de los consultados precisó que la disposición mejorará la aplicación de los procesos penales.

Asimismo, el número de encuestados que desconocen el tema se ubicó en 13%.

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El pasado 16 de enero las autoridades de la Ciudad de México y del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) dieron la bienvenida al nuevo sistema penal acusatorio, que incluye la implementación de los juicios orales en los casos de delitos no graves.

El sistema cuenta con 38 jueces ya capacitados, y con 100 salas ya construidas, informó a la agencia Notimex el magistrado presidente del TSJDF, Édgar Elías Azar.

“Creo que va ser un evento muy importante para la ciudad, pues a partir del viernes veremos a nuestros jueces trabajando en los juicios orales”, comentó el funcionario.

Una de las novedades de este nuevo sistema es que los jueces orales se dedicarán exclusivamente a dictar sentencias, mientras que toda la planta administrativa del Tribunal Superior del DF tendrá trabajadores que les serán comunes a todos los juzgadores.

Por otro lado, habrá unidades de conciliación, tanto en la procuraduría como en el Tribunal Superior, es decir, que ya muy pocos juicios pasarán a sentencia por el efecto de la conciliación, debido a que en este sistema se privilegia la reparación del daño a la víctima.