México (Notimex).- El Internet de las Cosas (IoT) fomentó la relación hombre-tecnología ya que las tareas realizadas en la vida diaria se simplificaron gracias a la conectividad de los objetos y a la movilidad de los dispositivos que funcionan como controles para el resto.
Los ecosistemas conformados por IoT pueden integrar ciudades inteligentes en donde el factor humano es importante y este haga cada vez menos tareas (control del clima artificial o dirigir los medios de trasporte) debido a la conectividad; sin embargo, no son inmunes a los ataques cibernéticos y denota la necesidad de desarrollo en seguridad para evitar daños irreversibles, advirtió Fortinet.
Según la firma, los ciberataques se harán más nocivos debido a que “la tecnología que usan los hackers está aprendiendo de las máquinas que infectan, y los datos que obtienen se relacionan con los hábitos de navegación de la víctima” y la tendencia para 2017 será que las empresas que desarrollan dispositivos con IoT tendrán que cumplir más exigencias de los consumidores, pues la propensión actual es la prioridad a la conectividad.
Además, se prevé el desarrollo de un deepweb que permita administrar de forma clandestina información sobre los usuarios sin que estos se percaten. El cambio hacia sistemas basados en la nube, implica almacenamiento e infraestructura, y se verá acelerado ya que 3.2 mil millones de dispositivos para IoT y endpoint expandirán la superficie de un ciberataque potencial.
Finalmente, el panorama que se vislumbra es que la tecnología es la que ayudará a cerrar la brecha generada por la especialización de los ciberdelincuentes y la escasez de personas con conocimientos de ciberseguridad.
