Proteja sus activos intangibles

Las ventajas económicas que otorga el registro de las marcas no son aprovechadas por falta de cultura en la materia

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 .  (Foto: IDC online)

Colaboración del Lic. Jorge Amigo Castañeda, Director General del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

 

Consideraciones preliminares

El desarrollo del comercio a través de la historia ha demostrado que es necesario recurrir a elementos que distingan los productos o servicios de una corporación respecto de sus competidores, tal y como lo resalta el licenciado Jorge Amigo Castañeda, Director General del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en el siguiente análisis que en exclusiva elabora para IDC.

Nacimiento de las marcas

Desde hace varios siglos, comerciantes y productores han utilizado diversos recursos visuales para identificar sus productos, buscando de esta manera diferenciarse de sus competidores y ayudándole al consumidor a elegir el producto o servicio deseado basado en estos símbolos. Los ganaderos, por ejemplo, utilizaban un hierro candente para marcar a sus animales, evitando que al momento de pastar, pudieran extraviarse o confundirse con los animales de algún otro pastor. Asimismo, los artesanos dibujaban o grababan algún signo sobre los objetos de cerámica, barro o de cualquier otro material, que identificaba al maestro artesano que lo había producido.

Los reyes, emperadores, gobiernos o familias también utilizaron símbolos característicos para identificarse. Durante la Edad Media, tales símbolos se usaban para indicar el poder y la autoridad de ciertas familias, como la Flor de Lis utilizada ampliamente en la heráldica francesa. Algunos de ellos también indicaban la actividad principal de la casa o familia, como el comercio o la artesanía.

La Revolución Industrial trajo grandes consecuencias comerciales a nivel mundial. Fue una época en que se inventaron maquinarias que producían mercancías a gran escala, lo que llevó a la multiplicación de las opciones del consumidor al momento de tener que decidir sobre la compra o utilización de un producto. Esto también incrementó la competencia entre los fabricantes o productores, quienes vieron en las marcas la solución a sus problemas para la identificación de los productos, la calidad y su origen.

Sin embargo, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando la utilización de las marcas cobró mayor auge, al ser usadas por comerciantes, productores, proveedores de servicios, organizaciones y entidades gubernamentales, quienes cayeron en cuenta que las marcas no solamente identifican el origen del producto o servicio, sino que también generan sentimientos de calidad, confianza, e incluso construyen una relación con el consumidor creando lealtad al producto, y consecuentemente a la marca misma.

Dada la importancia que tienen las marcas para las actividades comerciales, se hizo necesario normar los procedimientos para su protección, así como para su utilización. La primera ley en el mundo que abordó el tema del registro y uso de las marcas fue la Ley Francesa del 12 de abril de 1803.

Evolución legislativa en México

Nuestro país ha sido sumamente dinámico en lo que a la protección de las marcas se refiere. Esto lo podemos constatar al analizar las modificaciones legislativas que en esta materia se han realizado desde finales del siglo XIX, teniendo la siguiente evolución:

  • el Código de Comercio de 1884 definía lo que podía considerarse como marca. Ésta consistía en el nombre o razón social del fabricante, de su establecimiento o alguna letra. También mencionaba que la falsificación de las marcas producía una acción de daños y perjuicios
  • en 1889 se promulga la Ley de Marcas de Fábrica, estableciendo que la protección se podía solicitar tanto por nacionales como por extranjeros. La titularidad se otorgaba sin un examen previo, y se contemplaba la posibilidad de que un tercero iniciara una acción de oposición al registro, dentro de los 90 días posteriores a la publicación de la solicitud
  • la marca número uno, “El Señor de Amecameca”, fue expedida el 1o de mayo de 1890 por el Ministerio de Economía al Sr. Hilario Méndez, la cual era una marca de cera
  • en 1903 la Ley de Marcas Industriales y de Comercio definió un signo o denominación como la característica peculiar usada por un industrial, agricultor o comerciante en los artículos que produce o expande
  • la Ley de Marcas y Avisos y Nombres Comerciales de 1928 detallaba los procedimientos para el análisis de la solicitud en un examen administrativo
  • en 1942 surge la primera ley que contiene disposiciones tanto para marcas como patentes, la Ley de Propiedad Industrial (LPI), donde se establece que las marcas se encontrarían protegidas por un período de 10 años
  • la Ley de Invenciones y Marcas de 1976, fue la primera que agrupó disposiciones de carácter administrativo y penal en un solo instrumento jurídico. Se reconocieron las marcas de productos y de servicios y su vigencia se redujo a cinco años
  • en 1991 surge la Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial, donde se establece la creación de una institución especializada para registrar y proteger los derechos de propiedad industrial en nuestro país, previéndose la creación de lo que hoy es el IMPI. En esta ley se define el concepto de marca como: “todo signo visible que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado”. Incluye la protección de las marcas tridimensionales, y amplía el plazo de protección a 10 años renovables por períodos iguales
  • la LPI de 1994, ya con el IMPI en funciones, prevé un único examen para las solicitudes de marca, incluyendo dos etapas: de forma y de fondo. Además, esta Ley otorga a dicho Instituto la autoridad para administrar el sistema de propiedad industrial en nuestro país
  • finalmente en el año 2005 se reformó la LPI, en materia de marcas notorias, para definir los conceptos de notoriedad y fama de una marca, y prescribir que el IMPI podrá emitir las declaratorias en este sentido

Importancia del registro en el IMPI

El IMPI registra cuatro tipos de marcas:

  • nominativas, son las que identifican a un producto o servicio mediante una palabra o un conjunto de palabras. Debe ser distinguible fonéticamente
  • innominada, que consiste en cualquier elemento figurativo que tenga distintividad
  • tridimensional, son las marcas que cuentan con alto, largo y ancho, como los envases, empaques o productos en sí mismos que sean suficientemente distintivos con respecto a otros de su misma especie o clase
  • mixtas, que es una combinación de las anteriores

Existen otras dos figuras que son signos distintivos y que se pueden registrar ante el IMPI, el:

  • aviso comercial, según la LPI, es una frase u oración que tenga por objeto anunciar al público establecimientos o negociaciones comerciales, industriales o de servicios, productos o servicios para distinguirlos de los de su especie
  • nombre comercial, se refiere al nombre que se le da a un establecimiento industrial, comercial o de servicios, a una negociación o a un comercio. La protección se da mediante la publicación del nombre comercial en la Gaceta del IMPI

El registro de una marca permite a su titular poder tomar acciones legales contra terceros que quieran aprovecharse de ella; sin embargo, también le proporciona otras ventajas. La distintividad es un elemento de vital importancia para la competitividad, ya que le permite distinguir sus productos o servicios frente a otros de su misma especie o clase en el mercado.

Debido a que los mercados ya no son locales sino mundiales, es necesario el registro de las marcas en todos aquellos países en que se comercializarán productos y servicios.

Avance del registro

En 1994 el IMPI recibió 35,104 solicitudes de signos distintivos. De enero a septiembre de 2007, el IMPI ha recibido poco más de 63,000 solicitudes. Esto representa un incremento de 79.4% si lo comparamos con el total de solicitudes que ingresaron hace 13 años.

El 5 de septiembre de 2007, el IMPI expidió el registro de marca un millón. Se trata de una marca nominativa, llamada “TAXICREDIT”, cuyo titular es STOP & TRACK DE MÉXICO, S.A. DE C.V., protegida en la Clase 42, relacionada con “Servicios Científicos y Tecnológicos, así como Servicios de Investigación y Diseño Relacionados con éstos; Servicios de Análisis e Investigación Industrial; Diseño y Desarrollo de Equipo y Programas de Computadora o Software”.

Conclusiones

Desde su creación, el IMPI ha expedido 549,025 títulos de marcas, lo que representa el 54.9% del total de las marcas registradas en nuestro país desde 1890 y hasta el mes de septiembre de 2007.

Este suceso refleja no sólo el esfuerzo que el Instituto ha realizado para promover y difundir el tema de la propiedad industrial en nuestro país, sino la confianza y certidumbre jurídica que nuestro sistema de protección a los derechos de propiedad industrial ha alcanzado y brinda a todos sus usuarios, nacionales y extranjeros.

Acérquese al IMPI, donde contamos con personal calificado para ofrecerle asesoría y orientación para la adecuada protección de sus marcas en México.