Fraude empresarial: ¿mito o realidad?

Conozca el costo de sufrir este tipo de ilí­citos, para prevenir la pérdida de confianza de inversionistas y clientes

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 .  (Foto: IDC online)

El fraude es un delito que comienza como un acto aislado y en ocasiones imperceptible, que al ir probando su efectividad se va repitiendo hasta alcanzar grandes dimensiones. Si la empresa ha detectado un desfalco y no reacciona a tiempo y tampoco aprende de los errores cometidos, está condenada a seguir padeciendo esta clase de ilícitos, de acuerdo con la “Encuesta de Fraude y Corrupción en México 2008” elaborada por KPMG Cárdenas Dosal, SC. 

¿Hay fraudes en México? 

Sí. En México, ocho de cada 10 empresas han padecido cuando menos un fraude en el 2007.

¿Cuántos fraudes se cometen en México?  

México registra una de las incidencias más altas de estos delitos. Al analizar el fraude cometido por empleados de la propia corporación se observa que la incidencia en este país se reduce a un 46%. Sin embargo, en comparación con otros países de la región (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos), nuestro país mantiene un alto índice; sólo es superado por Brasil.

A nivel mundial, México se encuentra en el segundo lugar de mayor comisión de estos ilícitos, como se indica: 

País  Fraudes 
Malasia  83% 
México  77% 
Estados Unidos 74% 
Sudáfrica  72%
Alemania 71% 
Brasil  69% 
Austria  57%
Australia 45% 
Bélgica 37% 
Arabia Saudita 32% 
Kuwuait 32% 
Oman 32% 
Qatar  32% 

 ¿Quiénes pueden delinquir en la empresa? 

Los fraudes pueden ser cometidos:

  • por personas internas (empleados o funcionarios), en inventarios, asociación fraudulenta con proveedores y/o clientes,
  • conflicto de interés, abuso en gastos contables y fraudes en pago de nómina
  • por personas externas (clientes o proveedores)
  • a través de una colusión entre personal de la empresa y personas ajenas, y
  • cibernéticamente, tipo de fraude recientemente agregado

¿Qué clase de fraudes cometen los empleados? 

En México, los tipos de fraudes internos más comunes son: 

¿Existen condiciones específicas en las compañías donde ocurren los fraudes? 

En general las principales condiciones que están presentes en un fraude son:

  • oportunidades; condiciones de trabajo que facilitan o alientan la conducta deshonesta. Por ejemplo, carecer de políticas claras y bien definidas en materia de compras, duplicidad de funciones, falta de supervisión, falta de mecanismos eficientes de selección de personal o falta de monitoreo de los controles internos
  •   racionalizaciones; procesos mentales que los individuos hacen para autojustificar ciertas conductas. Por ejemplo, comportamientos acompañados con reflexiones del tipo: “me lo merezco”, “no valoran mi trabajo”, “no soy un ladrón, simplemente lo estoy tomando prestado” o “si todo mundo lo hace, ¿por qué yo no?”, y
  • presiones; situaciones que enfrentan los individuos provocándoles mucha presión y que los orientan a cometer conductas prohibidas. Por ejemplo, establecimiento de metas demasiado ambiciosas, problemas personales de tipo financiero o derivados de alguna adicción

¿Cuáles son los montos promedio por los cuales se efectúan los fraudes? 

En los últimos años en uno de cada cuatro fraudes el monto de lo defraudado fue superior a $1´000,000.00, y en uno de cada 10 la cifra llegó a superar los $5´000,000.00.

Al hacer un cálculo ponderado de los montos defraudados con la frecuencia con que estas conductas se han presentado, se ha podido estimar que en el último año el sector privado en México ha perdido aproximadamente 900 millones de dólares americanos por fraudes internos, (cometidos por empleados o funcionarios). 

Aunado a esto, el delito suele tener también repercusiones en otros ámbitos de la organización, es decir, en muchas ocasiones, el daño que le produce un fraude a una compañía no se limita únicamente al monto defraudado. Existen múltiples aspectos que se ven afectados, como la imagen corporativa, el clima laboral o la confianza de los inversionistas. De hecho, en ocasiones estos efectos colaterales pueden tener consecuencias incluso más graves que el fraude mismo. En México, las empresas defraudadas reconocen que los quebrantos les han causado: 

  • incremento en los costos de operación
  • pérdida de confianza entre los empleados
  • desorden organizacional
  • daño en la imagen de la empresa
  • pérdida de clientes, y
  • pérdida de contratos

¿Cuáles son las áreas de la empresa más susceptibles de sufrir un fraude? 

Las áreas en donde más fraudes se presentan son:

  • ventas/mercadotecnia: 48%
  • logística/almacén/operación: 42%
  • administración y finanzas/contabilidad: 21%
  • compras: 13%, y
  • producción: 10%

¿Qué tipo de circunstancias podrían darse para detectar un fraude a tiempo? 

Entre las señales de alarma (red flags) que han tenido las empresas defraudadas están:

  • faltantes en inventarios
  • faltantes en efectivo recurrentes
  • estilos de vida ostentosos de los empleados
  •  registros contables poco claros y/o atrasados
  • incremento en gastos de operación, y
  • dependencia de pocos proveedores y/o clientes

¿Cuáles son los mecanismos que la corporación puede aplicar para detectar un fraude? 

En la mayor parte de los casos, el percatarse del delito se llevó a cabo por más de un solo mecanismo. En este sentido, aparentemente los controles internos y la auditoría interna son elementos esenciales para la detección de irregularidades, pues en el 61% de los casos de fraude fue conseguido gracias a estos mecanismos.

Como mecanismos también se encuentran: la denuncia, ya sea anónima, empleados, proveedores o clientes, y la auditoría externa. 

Lo anterior indica que es importante la infraestructura ética de las empresas: una organización que incentiva la cultura de cero tolerancia y denuncia, fortalece un mecanismo importante de detección de fraudes. 

¿Qué hacer si se detecta un fraude? 

Las acciones que emprende la compañía son fundamentales para solucionar el problema y evitar futuros quebrantos, y podrían ser: investigación propia, despido del responsable, denuncia ante autoridades, notificación al comité de auditoría o consejo, investigación profesional, y fortalecimiento de controles internos. 

No obstante, este tipo de medidas deben ser consideradas con cuidado, pues una empresa que no realiza una investigación profesional, corre el riesgo de dañar o borrar evidencia esencial para fincar responsabilidades al presunto defraudador, o por lo menos exigirle el resarcimiento del daño causado. Una investigación que no se realiza profesionalmente puede ocasionar que el afectado nunca se entere sobre qué está fallando en la organización o qué tipo de controles internos son los que necesita realmente y, por tanto, disminuir la probabilidad de padecer un nuevo quebranto en el futuro; por ello, se sugiere implementar este mecanismo, porque las empresas que no hacen ningún tipo de ajuste a sus controles, una vez que han sido defraudadas, son presa fácil de un nuevo acto. 

Las acciones que frecuentemente toman las empresas para detectar este tipo de ilícitos son: 

Acción  Frecuencia 
Investigación propia  73%
Despido del responsable 73% 
Denuncia ante autoridades 43% 
Notificación al Comité de Auditoría o Consejo  31% 
Investigación profesional  12% 
Fortalecimiento de controles internos 2%

Corolario 

Todas las compañías por pequeñas que sean deben contar con un sistema de control interno y administración de riesgo para prevenir fraudes y cualquier otra conducta que pueda dañar la integridad de la empresa, porque todas son susceptibles de padecer este delito, riesgo que disminuye cuando se tiene un sistema adecuado que le permita prevenir y detectar a tiempo este ilícito.