Un vacío jurídico en la definición de las funciones entre la Comisión Federal para la Producción contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) provoca el ?pirateo? de productos agroquímicos como fertilizantes o plaguicidas.
Debido a esta indefinición legal, la Cofepris puede otorgar, al mismo tiempo, el registro sanitario de un agroquímico y su permiso de comercialización, sin que se requiera la opinión del IMPI en materia de marcas y patentes, alertaron empresarios y especialistas.
La empresa Agroenzymas, desarrolladora de fertilizantes, detectó el año pasado que una de sus marcas se encontraba en la lista de solicitudes de registro sanitario de la Cofepris y presentó la queja ante la dependencia.
?Le hicimos saber a la autoridad esta situación y nos dijo que no era de su competencia. Hoy enfrentamos una demanda contra Cofepris?, advirtió Sergio Acosta Ruiz, director general de Agroenzymas.
También detalló que hay ocasiones se presentan productos a registro con una marca que ya está otorgada.
El problema, alertó Acosta, es por una falta coordinación entre Cofepris y el IMPI.
?Los registros sanitarios no son privativos de México. En Costa Rica, Colombia y Argentina para obtener el permiso de comercialización la autoridad exige que uno tenga el título de esa marca en el país de origen y en el país donde se va a importar, situación que no sucede en México?, dijo.
El especialista en propiedad intelectual del despacho Clarke, Modet and Co, Gustavo Rosas, explicó que la Cofepris tiene la obligación jurídica para certificar la propiedad de las marcas ante ninguna autoridad.
?La función de la Cofepris es verificar que el producto cumpla con las condiciones (químicas) para venderse como lo que señale, si es un medicamento, que la sustancia química sea un medicamento. No está obligado a prejuzgar si una marca está registrada o no?, dijo.
A este problema se le incluyen las importaciones de productos de dudosa calidad, provenientes de China e India.
Fuente: El Milenio