¿Riesgos en el sector financiero?

La crisis económica ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de contar con mejores procedimientos para la administración de riesgos

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 .  (Foto: IDC online)

Al respecto, KPMG, publicó un libro titulado "Gobierno Corporativo en México", hacia una empresa más profesional e institucional, en dónde trata diversos temas, entre ellos, el de administración de riesgos, en el cual se evidencia la amalgama de varios temas al respecto:

  • debilidades en el gobierno corporativo y cultura de riesgos
  • deficiencias en la experiencia y madurez relativa a riesgos a niveles que no son del Consejo de Administración
  • falta de influencia de la función de riesgos con respecto a las áreas que tomaron riesgos excesivos
  • falta de responsabilidad de quienes se encuentran en la primera línea
  • cultura de remuneración orientada a incrementos en las utilidades a corto plazo
  • modelos de negocios demasiado dependientes de un supuesto de amplia liquidez del mercado. 

En cierta medida, los bancos se han convertido en víctimas de su evolución. Una serie de fusiones y adquisiciones internacionales han contribuido a la concentración del sector y a la creación de estructuras más complejas, con abundantes productos y sistemas que con frecuencia no se han integrado del todo, dificultando así la comprensión de los riesgos que se habían asumido en todas las líneas de negocios.  

La falta de experiencia en cuanto a gestión de riesgos a nivel de Consejo de Administración, es algo que actualmente se está debatiendo en la industria y no sólo en la industria bancaria. Se ha comprobado, que muchas de las instituciones que han tenido mejor desempeño durante los últimos 18 meses cuentan con mayor experiencia sobre riesgos a nivel Consejo de Administración.

El estudio muestra que la deficiencia en cuanto a aptitudes no se limita a los niveles superiores. Muchos de los que están a cargo de analizar y aprobar las transacciones de otorgamiento de créditos, parecen no estar alineados con el apetito al riesgo del banco, al no ser totalmente responsables y no estar dispuestos a realizar, o no poder hacer, juicios moderados sobre los niveles de exposición que están llevando a asumir en sus instituciones. 

Hacia una administración integral de riesgos 

Siguiendo esta ruta, los bancos debieron emplear mayor juicio en la toma de decisiones, con base en un entendimiento claro de los productos y de los riesgos que conllevan. En la nueva cultura de riesgos, todo el mundo debiera considerarse administrador de riesgos con un entendimiento compartido del apetito al riesgo de la institución en que se desempeña, sustentado por una clara estructura de Gobierno Corporativo destinada a la administración de riesgos para preservar el valor de los accionistas, incorporando tres líneas de defensa: 

  • unidad de negocios
  • función de administración de riesgos independiente
  • auditoría interna

Sin embargo, debe estar respaldado por una política de remuneración que esté firmemente vinculada con el valor para los accionistas durante todo el periodo respecto a cualquier transacción involucrada. 

A medida que la función de riesgos ocupe un lugar destacado y participe más en las principales decisiones estratégicas y sobre nuevos productos, necesitaría también conservar su independencia a fin de ofrecer una opinión objetiva sobre cualquier riesgo que la organización pueda asumir. 

Fuente: KPMG