Diversos especialistas en materia de recursos humanos aseguran que el clima organizacional está estrechamente vinculado a la motivación o desmotivación de los trabajadores. Afirman que la imposibilidad del individuo de satisfacer necesidades superiores como las de pertenencia, autoestima y autorrealización produce desmotivación. Por ello el clima organizacional depende de la capacidad de adaptación o desadaptación de las personas a diferentes situaciones que se presentan en el ámbito laboral.
Este proceso de adaptación puede variar de un momento a otro, pero una vez que se logra produce principalmente tres beneficios en la salud mental de las personas, a saber:
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sentirse bien:
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consigo mismos, y
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con respecto a los demás, y
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ser capaces de enfrentar por sí mismas las exigencias de la vida
En lugares de trabajo con baja motivación, sentimientos de frustración, apatía, desinterés, incluso episodios de agresividad y disconformidad, inexorablemente el clima organizacional es malo, mientras que en aquéllos donde la motivación es alta, las relaciones interpersonales son satisfactorias, existe el interés, colaboración y compromiso con la tarea y la empresa.
Para explicar los factores que inciden en el clima organizacional se debe partir de las siguientes premisas:
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los individuos tienen ciertos motivos o necesidades básicas que representan comportamientos potenciales, que sólo influyen en el comportamiento cuando son provocados
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provocar o no estos comportamientos depende de la situación o del ambiente percibido por el individuo
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los componentes del ambiente sirven para estimular o provocar determinados motivos
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las variaciones en el ambiente que se percibe originarán algunos cambios en el patrón de la motivación provocada, y
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cada clase de motivación se dirige a satisfacer un tipo de necesidad. El patrón de la motivación provocada determina el comportamiento; un cambio en ese patrón generará un cambio de comportamiento.
Sin duda, es importante tomar en cuenta que si deseamos contar con un equipo de trabajo proactivo, optimista y productivo, debemos conocer sus inquietudes, interactuar en entorno que los rodea, interesarnos en sus necesidades y ayudarlos en la medida de lo posible a resolverlas para con ello generar motivación.
Fuente: www.losrecursoshumanos.com