Novedades y desafíos en el mundo laboral

Conozca las recomendaciones de la OIT ante los nuevos desafíos laborales que se plantean en un entorno globalizado, por Ancelmo García Pineda

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 .  (Foto: IDC online)

PREÁMBULO

A casi dos años de la primera y severa crisis económica del presente siglo, el mundo del trabajo se ha visto muy influenciado por nuevas percepciones sociales, así como de formas organizativas surgidas al calor de la búsqueda de soluciones a múltiples problemas. El entorno laboral se ha analizado y abordado desde diversas expectativas, orientaciones e intereses. También han aparecido novedosos conceptos y propuestas para solucionar las problemáticas existentes en el mercado de trabajo; en aspectos que van desde la situación y las características del empleo, hasta los beneficios que debe aportar la búsqueda de la productividad y la calidad en las empresas.

Actualmente el mercado laboral y las compañías son observados mucho más por la sociedad, quien vigila las bondades y consecuencias de los sistemas productivos. El cambio climático y conceptos como el de “flexiseguridad” enriquecen la comprensión del ámbito laboral y se imponen como nuevos paradigmas en el mundo productivo y socialmente útil.

Sumado a lo anterior podemos afirmar que se presenta una enorme diversidad y una constante: la simple realidad del trabajo para vivir.

¿QUÉ OCURRE EN EL MUNDO DEL TRABAJO?

Desde hace tiempo en la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se ha concluido que: “El trabajo ocupa el centro de la vida de la gente. De él dependen la estabilidad y el bienestar de las familias y comunidades. El trabajo se encuentra en la sustancia misma de las políticas locales y nacionales. Sin embargo, como resultado de los cambios sociales y económicos sin precedentes que están afectando a todos los sectores de la actividad económica y a todos los países, el futuro del trabajo suscita hoy un sentimiento generalizado de incertidumbre. Para muchos, los cambios traen consigo las oportunidades, pero para otros el panorama es de confusión y duda”.

De hecho todos por igual; patrones y colaboradores esperan obtener un trabajo más gratificante y satisfactorio para forjarse una vida mejor. Sin embargo el nuevo siglo ha traído severas formas de competencia por los mercados de bienes y servicios que también han generado inquietud y vienen a cerrar, más que a abrir, las posibilidades de mejora de las condiciones de vida y trabajo.

Es importante tener una renovada y actual visión mundial de las principales características del proceso de transformación del mundo del trabajo, además de poner en relieve las principales fuerzas motrices que inciden en él para poder describir cómo se están adaptando las distintas modalidades laborales y las dificultades que éstas plantean en lo referente a la realización de la meta de trabajo decente para todos.

Hoy, el ritmo y la magnitud de los cambios que se producen en una parte del planeta tienen repercusiones para las mujeres y los hombres de otros países. La interdependencia es omnipresente, pero su medición no siempre resulta fácil.

CAUSAS MOTIVADORAS DEL CAMBIO EN EL TRABAJO

Desde una perspectiva global y atendiendo a lo sugerido por la OIT, cuatro fuerzas formidables e interrelacionadas se están conjugando para transformar el lugar de trabajo y el mercado laboral, a saber:

  • el imperativo del desarrollo originado por la necesidad urgente de reducir la pobreza y desigualdad dentro de los países y entre ellos
  • la transformación tecnológica desencadenada por la difusión de nuevos medios de tratamiento de la información y de comunicación que deben ser más equitativos
  • la intensificación de la competencia a nivel mundial tras la liberalización comercial y financiera, así como la especulación en la disminución de costos de transporte y comunicación, y
  • la evolución del pensamiento político hacia una mayor confianza en el papel de los mercados y acción del Estado, que lleva consigo, en ocasiones una mayor presión política a favor de mejoras en las condiciones de vida y de trabajo, que resulta de la extensión creciente de los mecanismos democráticos de representación y rendición de cuentas

Las fuerzas mencionadas están ejerciendo gran influencia en:

  • modalidades de empleo
  • condiciones de trabajo
  • sistemas de seguridad social, y
  • adaptación de los mecanismos de las instituciones que administran el mercado de trabajo y las leyes laborales, es decir en los mecanismos denominados: “Gobernanza”

NUEVOS CONCEPTOS Y DESAFÍOS

Derivado de lo anterior el mundo del trabajo se ha visto sometido a nuevas presiones de carácter técnico, económico, político y social; además se le exige que solucione sus desafíos tradicionales como son el pleno empleo y la justa distribución de la riqueza a través de los salarios cubiertos a sus colaboradores.

Entre los más novedosos aspectos que están influyendo en el mercado laboral podemos mencionar los siguientes:

Énfasis en el trabajo decente

Si bien el “Trabajo decente” es un término acuñado por la OIT en 1999 y su original inglés (decent work) tiene unas connotaciones sensiblemente diferentes a su traducción al español. El concepto “Decente” está desprovisto de cualquier consideración moral: hay que interpretarlo como fuente de satisfacción de expectativas razonables. Su antónimo no sería, por lo tanto, indecente.

Por su parte trabajo debe ser entendido en un sentido amplio, que trasciende el empleo asalariado formal, extendiéndose al autoempleo, al trabajo informal o al doméstico. El Trabajo decente requiere una integración holística de empleo, derechos laborales y representación. Carece de sentido la promoción de derechos en empleos inexistentes. En algunos países donde se utiliza el español, se le ha denominado también “Trabajo Digno”.

Debe estar provisto de estabilidad del empleo, y de todos los derechos convencionales del trabajo tales como salario, negociación colectiva, libertad sindical, calidad de vida, seguridad e higiene, así como ambiente laboral.

También debe asumirse una postura clara sobre lo que no es trabajo decente, esto es: el trabajo infantil, el forzoso, en régimen de servidumbre, el de sin oportunidad de expresarse o libertad para organizarse, las diversas modalidades de explotación y discriminación, el trabajo de subsistencia y las muchas maneras en que la dignidad humana puede verse menoscabada por la mera necesidad de sobrevivir.

Trabajo verde

Los empleos verdes reducen el impacto ambiental de las empresas y de los sectores económicos, hasta alcanzar niveles sostenibles. En particular, pero no exclusivamente, esto incluye empleos que ayudan a: proteger los ecosistemas y la biodiversidad; a disminuir el consumo de energía, materiales y agua a través de estrategias altamente eficaces, así como la dependencia del carbono en la economía y minimizar o evitar por completo la producción de todas las formas de desechos o contaminación.

Se dice “empleo verde”, todo aquel trabajo y sistemas de organización que tienen como premisa fundamental el cuidado de su entorno en su relación con el ambiente natural y social; actualmente la prioridad es promover el consumo de combustibles no contaminantes y de componentes y consumibles de manufactura y servicios que no alteren la ecología de un lugar o territorio.

Tomado en cuenta la experiencia adquirida, cabe citar algunas cuestiones prioritarias que podría abarcar esa iniciativa de transición a empleos verdes y que incluirían la identificación y aplicación de:

  • programas destinados a desarrollar un diálogo eficaz entre todos los actores y en particular uno social nacional e internacional sobre el medio ambiente y el mundo del trabajo entre los gobiernos, las organizaciones de empleadores y las de los trabajadores, e
  • investigaciones acerca de las consecuencias que podrían tener las diferentes hipótesis de cambio climático y medidas de mitigación sobre la producción y los modelos de consumo, la lucha contra la pobreza y las oportunidades futuras de empleo e ingresos

Es importante también impulsar la aplicación de medidas destinadas a facilitar una transición justa de los subordinados, las comunidades y empresas perjudicadas por los cambios de los modelos de producción y de consumo, con inclusión de políticas para atenuar el cambio climático.

Resulta fundamental además tomar en cuenta iniciativas en materia de educación y formación que faciliten el desarrollo de las calificaciones necesarias para la creación de nuevos empleos verdes y coadyuvar en la transición de los trabajadores que perderán sus “viejos” trabajos.

De acuerdo con el informe encargado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el marco de la iniciativa conjunta Empleos Verdes con la OIT, a medida que se progrese hacia una economía más sostenible y con menos emisiones de carbono, se crearán cada vez más empleos verdes.

Flexiseguridad

El sistema de flexiseguridad tiene su origen en Dinamarca y combina dos conceptos que parecen totalmente irreconciliables: la flexibilidad laboral, en el sentido de una amplia libertad de las organizaciones para emplear o despedir a su personal, con una gran seguridad social para el trabajador, a quien se le garantiza una red que incluye salarios razonables en caso de despido y cobertura social, además de acceso nuevamente al mercado laboral lo más rápidamente posible.

El concepto, alude a una nueva fórmula de concebir las relaciones entre los subordinados y patrones basadas en una mayor flexibilidad en los contratos y más empleabilidad: ello, conlleva necesariamente a incrementar el nivel de formación e incentivos por parte del Estado para permitir cambiar de empleo sin sobresaltos.

No es flexibilidad para la empresa y seguridad para el trabajador, como se suele explicar porque ambos necesitan flexibilidad y seguridad. El empresario requiere flexibilidad para ser más competitivo y variar su plantilla en función de su producción, y la seguridad de un marco político y legal estable. Pero, el trabajador no sólo pide seguridad sino también flexibilidad porque tiene hijos y otras cosas que hacer además de prestar sus servicios.

A partir de este sistema, ya aplicable desde hace varios años, el debate se ha enriquecido y ahora se aborda a nivel mundial. En los últimos tiempos, la discusión en torno a la flexiseguridad se ha alejado de su mera definición y ahora se centra en su aplicación.

Un aspecto que sobresale es que las compañías tienen muy bajos costos tanto para contratar como para despedir a su personal. Esto les permite introducir los cambios que consideren oportunos para su estructura sin que ello implique un elevado gasto.

En la actualidad los puestos de trabajo que antes se estimaban protegidos están expuestos a la competencia internacional y algunos servicios que durante muchos años se consideraban como locales ahora pueden prestarse desde el exterior.

Si se quiere que la flexiseguridad se convierta en una herramienta que equilibre los intereses de los trabajadores y empleadores en el contexto de la crisis, se deberá exponer con claridad las condiciones de su aplicación.

Equilibrar la necesidad de flexibilidad y de seguridad en un período de oportunidades e incertidumbres exige una gobernanza de los mercados laborales que cuente con un firme enfoque basado en derechos y que fomente el diálogo social.

En este punto lo que debe evitarse es que la flexiseguridad se convierta en la vieja aspiración de algunos empresarios de darle a las empresas la flexibilidad para despedir de manera fácil y barata, sin responsabilidad social.

Si bien resulta cierto que algunas corporaciones sufren en estos momentos una verdadera presión, también es cierto que otras se aprovechan del contexto general de crisis para despedir a su personal, aumentar aún más los contratos precarios y socavar a los sindicatos.

Derechos humanos en el trabajo

Los derechos humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada.

En la actualidad podemos decir, que la fuente de todos los derechos humanos es la dignidad humana. “Partiendo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos podría afirmarse que en términos genéricos los derechos humanos son aquellos que permiten o deben hacer posible una vida racional entre las personas. Esta forma de vida (...) supone la satisfacción de las necesidades humanas básicas”.

Del conjunto de derechos humanos, existen una serie de ellos vinculados al trabajo y a los trabajadores conocidos como derechos humanos laborales, los cuales son los orientados a posibilitar condiciones mínimas de vida y de trabajo para todas las personas, así como la organización de los trabajadores para su defensa, reivindicación y participación sociopolítica. La libertad sindical, forma parte del conjunto de estos derechos y como tal ha sido recogida en varios instrumentos internacionales, siendo regulada en forma expresa por los Convenios 87 y 98 de la OIT.

Desarrollo sostenible y productividad

El concepto de desarrollo sostenible se ha anotado en las agendas de todos los actores del ámbito laboral; empresarios, sindicatos y gobiernos. Se contrajo el compromiso de promover la integración de los tres componentes del desarrollo sostenible, a saber:

  • desarrollo económico y
  • desarrollo social y
  • protección del medio ambiente

Los objetivos generales y requisitos indispensables del desarrollo sostenible son, entre otros, la erradicación de la pobreza, la modificación de las modalidades insostenibles de producción y consumo, así como la protección de la base de recursos naturales del desarrollo económico y social; este compromiso se basó en  el Principio de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en la que se indica lo siguiente: “A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada”.

El desafío intrínseco de este compromiso tiene que ver con un cambio de nuestra manera de consumir recursos que consista en adoptar modelos mucho menos destructivos desde el punto de vista medioambiental.

Resulta fundamental incorporar a la perspectiva del trabajo el hecho de que la sostenibilidad de la vida de la gente; de las empresas y del medio ambiente del planeta están estrechamente relacionadas; estas tres dimensiones deben construirse a través de una acción colectiva en los planos local y mundial y ocuparnos de ella desde el ámbito laboral.

Cambio climático y responsabilidad de la empresa

El tema de cambio climático es mucho más que la retórica o comentario de moda, pues debe hacerse mediante una estrategia sostenible, desde los puntos de vista ecológico, social, económico y político.

Debe aclararse que los sistemas de gestión medioambiental normalizados, sea según la Norma ISO 14001, son en la actualidad uno de los instrumentos con mayor potencial para proteger el entorno y actuar sobre el impacto ambiental generado por las organizaciones, al mismo tiempo que se convierte en factor de competitividad y de responsabilidad social.

Si bien es cierto que su implantación ha sido considerada frecuentemente como un elemento relacionado con la imagen de la empresa que aporta ventajas competitivas; para muchas industrias cada vez más se está convirtiendo en una necesidad productiva como consecuencia de la presión legislativa generada desde las distintas administraciones públicas.

La gestión ambiental en la empresa tiene como objetivos:

  • identificar, evaluar y controlar los riesgos ambientales
  • determinar las deficiencias presentes en el proceso productivo y los procedimientos de gestión, y
  • definir alternativas posibles para mejorar el comportamiento medioambiental del centro de labores

Para lo anterior es preciso aclarar que un sistema de gestión medioambiental es la parte del sistema general de gestión que realiza la política medioambiental de la empresa actuando sobre:

  • la organización de la compañía
  • la planificación de las actividades de producción
  • el diseño y definición de los productos o servicios, y
  • los recursos de todo tipo disponibles

Aunque el tema de cambio climático es de los más novedosos, no por ello se debe dejar o soslayar, ya que a fin de cuentas las corporaciones pueden o no desarrollarse en la medida en que consumen recursos naturales o materias primas que se extraen de un ambiente que se ha modificado y que nos puede causar malestares y perjuicios

Dimensión Laboral de la Norma  de Responsabilidad Empresarial ISO 26000

La norma internacional ISO 26000, denominada: Orientación sobre la responsabilidad social, fomenta la aplicación de mejores prácticas de la responsabilidad social para las organizaciones del sector público y privado, sobre la base de un consenso internacional entre los expertos representantes de los principales grupos de interés.

La actual Norma ISO 26000, es coherente y complementaria a las declaraciones y convenciones de las Naciones Unidas y sus mandantes, en particular la OIT, con la que ISO estableció un Memorando de Entendimiento para garantizar la coherencia con las normas laborales de OIT.

Vista así; la responsabilidad social de la empresa (RSE) es una manera de que éstas toman en consideración las repercusiones que tienen sus actividades sobre la sociedad, y en la que afirman los principios y valores por los que se rigen tanto sus propios métodos y procesos internos como su relación con los demás actores.

La RSE es una iniciativa de carácter voluntario y que sólo depende de la organización. Así pues, la RSE es un concepto que corresponde al contexto general de la gobernanza, dado que trata de establecer en las empresas normas de comportamiento que afectan positivamente la manera de organizar y realizar el trabajo.

Claro que la RSE abarca una amplia gama de iniciativas, entre las que figuran los códigos de conducta, destinados a orientar el comportamiento de los directivos respecto de las cuestiones ligadas al empleo y a la implicación de la comunidad.

Sin embargo la importancia de la Norma RSE ISO 26000 reside en que deriva de un consenso mundial y no de carácter unilateral como otras iniciativas y premios, mismos que se traducían en complacencia y autoelogio.

En el caso de la Norma RSE ISO 2600, destaca su capítulo laboral “Materia fundamental: Prácticas laborales” que abarca los contenidos relacionados con:

  • trabajo y relaciones laborales
  • condiciones de trabajo y protección social
  • diálogo social
  • salud y seguridad en el trabajo, y
  • desarrollo humano y formación en el lugar de trabajo

Declaración de la OIT sobre la Globalización y la Justicia Social

La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” y su respectiva resolución fueron adoptadas por consenso por parte de los estados miembros y representantes de trabajadores y empleadores presentes en la 97a Conferencia Internacional del Trabajo, luego de meses de negociación entre sus mandantes tripartitos en representación de 182 estados miembros.

A través de esta declaración, los gobiernos, empleadores y trabajadores de todos los estados integrantes llaman a la adopción de una nueva estrategia para sostener a las sociedades abiertas y a la economía global con base en la justicia social, el pleno empleo y la cohesión social.

La declaración reconoce los beneficios de la globalización, pero además llama a que se realicen nuevos esfuerzos para la implementación de políticas de trabajo decente como medio para alcanzar resultados mejores y más equitativos.

Por un lado, dice que la globalización ha ayudado a que muchos países se vean beneficiados con altas tasas de crecimiento, creación de empleo, la absorción en zonas urbanas modernas de una gran parte de la población rural pobre, y el fomento de la innovación para el desarrollo de productos y la circulación de ideas.

Pero por otro, señala que ha llevado a que muchos países y sectores enfrenten grandes desafíos en términos de desigualdad del ingreso, altos niveles de desempleo y pobreza, vulnerabilidad económica ante los shocks externos, y el crecimiento del trabajo sin protección y de la economía informal, que tiene un impacto sobre la relación de trabajo y en las protecciones que la misma ofrece.

En lo que se refiere a la OIT, la Declaración sobre la Justicia Social ratifica el mandato otorgado a la organización mediante la Declaración de Filadelfia y consiste en examinar todas las políticas económicas y financieras internacionales considerando un objetivo fundamental: la justicia social y adaptación a la etapa actual de la globalización.

En este marco subraya que las normas internacionales del trabajo ofrecen un conjunto de principios, acordado a escala internacional, que tienen por objeto guiar las legislaciones laborales y constituyen un marco que permite establecer constantemente un equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad en el trabajo, y representan hoy el entramado normativo internacional vigente más vasto, pues se contabilizan más de 7,500 instrumentos de ratificación de convenios.

CONCLUSIÓN

El trabajo ocupa un lugar fundamental en nuestras vidas; nos da un sentido de propósito e identidad, y nos permite obtener ingresos para satisfacer nuestras necesidades materiales. Es uno de los principales mecanismos que los humanos usamos para relacionarnos con los demás; estas percepciones se han modificado en los años recientes y exigen de todos los actores sociales una nueva definición, compromiso y acciones para encontrar y construir equilibrios que abonen a la justicia social, la equidad y el beneficio ecológico ambiental.

Se trata a la vez de una responsabilidad individual y de una actividad social, que a menudo requiere la colaboración en el seno de un equipo, de una compañía o comunidad más amplia. Para las familias y las comunidades, el hecho de disponer de un trabajo decente es un elemento fundamental para la estabilidad y el progreso social, ello debe ser así también para la empresa y las organizaciones sindicales.