Previsiones económicas y laborales 2011

Eche un vistazo a la radiografía del ámbito laboral nacional esperada para este año, por Ancelmo García Pineda, asesor externo de la OIT

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo

Terminó 2010 y con ello inician las polémicas sobre las cifras en materia de economía y empleo, lo cual es conveniente para ponderar escenarios e interpretaciones, así como registrar opiniones acerca del panorama laboral 2011, mismo que marcará la última etapa del actual Gobierno Federal. Más allá de filias y fobias entre expertos, empresarios y sindicatos, es de resaltar que el punto de vista acerca del diagnóstico de la economía en México es cada vez más uniforme: insuficiente empleo; escaso crecimiento y disminución real de los salarios.

El sector empresarial es contundente: los 472 empresarios de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) que respondieron la Encuesta de Entorno Empresarial 2010: “Principales problemas que impiden la recuperación en México y Obstáculos afectan a las empresas” reconocen en el Gobierno Federal un obstáculo para la recuperación económica.

Las voces más sensatas han subrayado que dependemos en alto grado de lo ocurrido en el entorno internacional, sobre todo en Estados Unidos de América (EUA), destino final de la mayor parte de las exportaciones petroleras e industriales, y punto de origen de la mayor parte de las importaciones, de los capitales que ingresan al país, las remesas y las divisas que generan la actividad turística.

Al parecer está abandonada cualquier alternativa de desarrollo del mercado interno mexicano, lo que ha incrementado las importaciones, las cuales se prevé que este año rebasen el 24%, de ahí que estemos ante un escenario que poco dinamizará el mercado interno. Asimismo, los procesos electorales, la selección de los candidatos a la presidencia de la República y el combate a la inseguridad dominarán la agenda nacional e influirán inevitablemente en el ámbito laboral.

Aún las visiones más optimistas como la del Banco de México (Banxico), estiman que en 2011, se generarán 500 mil empleos, siempre y cuando se logre un crecimiento del 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Todavía en ese contexto se observa un gran déficit de empleo y de trabajo decente.

Panorama 2010

Crecimiento, empleo y desempleo

Según cálculos del Banxico el crecimiento de 2010 fue del 5% del PIB, cifra que apenas alcanza a neutralizar la caída de más de seis puntos porcentuales de 2009. El escenario es muy delicado, porque debemos agregar que el 2010 cerró con una tasa de desempleo ubicada en el 5.5%, lo que significa 2.5 millones de desempleados, además de 13 millones de personas que laboran en la economía informal, con las graves consecuencias de tipo tributario y salud pública que esto conlleva.

Todo ello es muestra de que en nuestro país de manera obstinada se sigue un modelo económico incapaz de generar suficientes plazas para la población que día a día se agrega al mercado laboral.

Cierto es que la reactivación económica mostrada por la mayoría de los países de América Latina y el Caribe durante 2010 permitió que el desempleo en la región bajara 0.6%. En el caso de México, pese a que la tasa de desempleo pasó de 5.6% en 2009 a 5.4% en 2010, siendo de las más bajas de la región, la reactivación ha generado empleo con salarios menores en comparación con el inicio de la crisis de 2009.

Inflación y salarios

México se ubicó como la cuarta economía con la inflación más alta, entre los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según el organismo la inflación anual del país se ubicó en el 4.3%. La encuesta de especialistas en economía del sector privado, de diciembre pasado, consideró que la inflación cerraría el año en 4.40%.

Al final la inflación fue del 4.40% y las mayores presiones provinieron del componente no subyacente, particularmente de los precios de los productos agropecuarios, porque los factores climáticos hicieron que crecieran 7% en 2010, aunque las frutas y verduras subieron un 14%.

Sin embargo, los alimentos procesados, bebidas y tabaco aumentaron en un 4.35% en todo el año, aunque en diciembre subieron 1.08% por presiones en los precios de la tortilla y el tabaco. La gasolina, por su parte se incrementó en un 12.7% según datos del Banxico.

En el período más reciente de los últimos dos años, el salario medio de cotización del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) ha crecido tan sólo en un 8% mientras que el costo de la canasta básica alimentaria en un 14% aproximadamente.

Según la clasificación por estratos de ingreso, en 2010 las más afectadas fueron las familias del segmento de uno a tres salarios mínimos de ingreso con 4.57% de aumento de precios en su consumo; seguidas por el de tres a seis salarios mínimos, con 4.34% y el de más de seis salarios mínimos, con 4.33%. El sector de hasta un salario mínimo de ingreso tuvo el menor incremento 4.03%, como resultado de la aplicación de los programas asistenciales del Gobierno Federal.

Pérdida del poder adquisitivo del salario

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha confirmado que México ocupa el penúltimo lugar en América Latina, y uno de los más bajos del mundo, en lo referente al poder adquisitivo del salario mínimo, sólo arriba de Guyana, pero abajo de Nicaragua (en el caso latinoamericano), y en niveles similares a los registrados en Gabón, Mauricio, China (aunque esta nación está ligeramente por encima del nuestro) y Kazajistán. Para no ir más lejos, Haití se ubica varios escalones arriba en dicho indicador.

Vergonzoso primer lugar a nivel de América Latina, porque México fue el único país en donde no se tuvo recuperación salarial, y además de ello destaca una pérdida de poder adquisitivo de 0.6% en términos reales.

Lo anterior, según el “Balance de las Economías de América Latina y el Caribe”, elaborado a fines de 2010. En el informe se destaca que Brasil, reportó una recuperación de 2.4%; Chile, de 2.1, y Argentina, de 12.6. La mayor recuperación ocurrió en Honduras, pues, por decreto presidencial, la nación incrementó el salario mínimo 70.4% en comparación con 2009.

De ahí que se infiera que pese a la baja inflación, los salarios no estuvieron acompañados de una mejora real.

Escenario 2011

Crecimiento esperado

El crecimiento a nivel mundial presenta dos dimensiones; el lento en los países desarrollados y uno un poco más rápido en algunas naciones emergentes.

En los países desarrollados no se presentan mayores presiones inflacionarias, porque sus índices de precios al consumidor (IPC) promediará 1.5% y el de sus economías promediará ligeramente arriba del 2%.

Por otra parte los mercados emergentes pueden crecer tres veces más rápido que las economías avanzadas, debido a que se pueden ver beneficiadas por los bajos niveles de endeudamiento, aunque es probable que tengan índices inflacionarios en crecimiento mayor al 5%.

Se espera que durante 2011, el índice promedio de inflación en los países en desarrollo sea del 5.5%.

Es difícil que México presente un incremento notable, y éste se mantendrá en el margen de 3% debido a una menor expansión de las exportaciones y una falta de recuperación del mercado interno.

Por su parte la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevé para México un crecimiento moderado de apenas 3.4%, lo que ubicaría a su economía por debajo del promedio regional. Apenas 0.7 puntos porcentuales abajo del promedio de América Latina, en un entorno global de crecimiento más débil que en 2010.

La previsión de crecimiento en esta ocasión llegó acompañada de una recomendación a México para que mejore la vigilancia sobre el flujo de inversiones de cartera que llegan al país, también llamados “capitales golondrinos”, para evitar que provoquen problemas con el tipo de cambio, que por su demanda aumente artificialmente el valor de bonos y acciones de empresas mexicanas y resten competitividad a las exportaciones del país.

Se subraya que habrá un panorama de recuperación económica mundial pero con menor impulso, y un crecimiento más débil donde el elevado desempleo es el talón de Aquiles. En este informe se ha señalado que entre los grandes desafíos sobresalen rediseñar estímulos fiscales y otras políticas económicas como medidas que impulsen el empleo; reducir la desigualdad de los ingresos y fortalecer la capacidad productiva y sostenible.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado su expectativa de crecimiento para México en el 2011, la cual es de 3.9 a 4.2% del PIB, resultado del impulso que, espera, tendrá la moderada recuperación en EUA.

Por su parte para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la cifra del crecimiento esperado es de hasta 4%, aunque en el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año es de 3.9%. De cualquier modo el resultado de la moderada recuperación esperada, nos hace afirmar que las industrias seguirán sin capacidad para reponer las plazas laborales destruidas en los pasados dos años de crisis.

Tipo de cambio y competitividad

En 2010, en el índice del Banco Mundial que mide 183 economías, México se ubicó en el sitio 51 en comparación del lugar 55 alcanzado en 2009. Chile es el país latinoamericano mejor ubicado en el índice de competitividad global del World Economic Forum (WEF). Le sigue Puerto Rico en el sitio 31 y Panamá en 53.

La Inversión Extranjera Directa (IED) se espera ascienda a 24,000 millones de dólares, en tanto las remesas crecerán a un 14% anual.

Se estima que el tipo de cambio alcance valores más altos, con un precio de $12.30 promedio en el año, pero en un entorno de mayor certidumbre y bajo una economía blindada.

Presiones de los precios de materias primas

Se prevé que los incrementos en los precios de las materias primas continuarán, particularmente en la segunda mitad del año, con aumentos esperados de entre el 5% y 10%.

También es probable que ocurran alzas importantes en las cotizaciones de los crudos, como en los precios de los alimentos. Además de los factores de un aumento en la demanda agregada (por mayor consumo de los mercados emergentes, particularmente de China e India), existen otros como la especulación, que explicarán este comportamiento.

Empleo

En el plano internacional la OIT asegura que en 2011 predominarán los riesgos de desaceleración y por lo tanto la creación de nuevos empleos será frágil. Como parte de su informe “Tendencias Mundiales del Empleo 2011”, la organización indicó que tras la contracción sufrida en 2009, durante el 2010 la economía mundial creció a un compás acelerado de un 4.8% y se prevé que la recuperación prosiga en 2011, aunque a un ritmo más moderado, de hasta 4.2%.

Según el mismo informe con base en las actuales previsiones macroeconómicas, para 2011 se calcula una tasa de desempleo mundial del 6.1%, apenas una décima por debajo del porcentaje logrado en el 2010, que registró una tasa del 6.2%, lo que equivale a 203.3 millones de personas desempleadas en el mundo y supone una mejora muy leve respecto de esos niveles, que presentaron 205 millones de desempleados.

Por su parte los especialistas de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) han señalado, respecto de las expectativas para México y Latinoamérica, que si bien la región habría avanzado 5.6% en 2010, se espera que ese crecimiento económico disminuya a un 4.1% y 4.3% en 2011 y 2012, respectivamente.

La perspectiva que presenta la OCDE apunta a que en este 2011 y hasta 2012 incluso, el desempleo irá a la alza. Cyrille Schwellnus, el especialista del organismo para el capítulo México, calcula que por lo menos entre 2011 y 2012, la tasa de desempleo no bajará del 6%, o bien que por lo menos 2 millones 700 mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA) no hallarán trabajo.

En el mejor de los casos no existen elementos que permitan esperar que el empleo durante este año sea mayor a 500 mil empleos formales; menos que los 730 mil anunciados en 2010 y por supuesto menos de los poco más de dos millones requeridos.

Nivel de salarios

Expertos de empresas de análisis aseguran que el incremento a los salarios del 4.1% está en línea con la inflación, pero resulta relativamente bajo si se consideran las alzas en los precios de algunos servicios y tarifas públicas, como electricidad, gas o pan.

El Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, aseguró que esta tendencia continuará. “La economía mexicana comenzó a recobrar empleo, pero es de bajo salario”.

Por su parte Irene Castillo, académica de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana, advirtió que el riesgo del país ante la ausencia de un aumento salarial es que se presente un empobrecimiento de la población. El que no existan incrementos salariales implica que no hay factores que determinen el crecimiento.

Perspectiva de AON Hewitt

De acuerdo con la firma AON se proyecta un incremento salarial promedio del 5% en general pero en industrias como la manufacturera y de servicios tendrán sólo un aumento de 2% a 4%. Estos especialistas en recursos humanos señalan que el 86% de los patrones preferirán incrementar las prestaciones debido a que el aumento en el salario base será reducido.

En sectores industriales como farmacéutico el aumento pasará del 4.9% al 5.1%; en autopartes será del 4.6% a 4.7%; en el químico del 4.9% al 5%; incluso habrá reducciones como en las comercializadoras que descenderá del 5.2% al 4.9%. Para AON, una solución seria debe contar con un modelo de pago garantizado competitivo, aunque no es lo único.

Las organizaciones con prácticas más exitosas deben vincular los resultados de negocio a la remuneración del individuo y esto se logra a través de esquemas de incentivos donde si le va bien a la empresa, el trabajador debe merecer un pago extra.

Proyecciones de Mercer

De acuerdo a la undécima Encuesta de Remuneraciones Salariales aplicada por Mercer (firma global especializada en reclutamiento, administración y soluciones de recursos humanos) a 363 empresas en México, indica que éstas estarían dispuestas a otorgar un incremento de 4.5% al salario del personal operativo y de 4.7% al de ejecutivos en 2011. La encuesta reveló que tras la crisis de 2009 las compañías compactaron estructuras y redujeron el número de ejecutivos, como gerentes y supervisores, pero aumentaron el de personal operativo y mantuvieron estables los salarios y las prestaciones de los trabajadores.

De 2009 a 2010, la contratación de personal operativo y supervisión en las empresas aumentó aproximadamente 25%, al pasar de 103,689 a 129,653; no así el personal a nivel directivo, que disminuyó en casi 8% al caer de 2,505 a 2,321. Asimismo, dio a conocer que en el mismo período se registró un crecimiento real del sueldo base, el cual pasó del 5.1% al 5.4% para personal ejecutivo; de 5.6% a 5.7% para no ejecutivos, y de 5.1% a 5.4% para niveles operativos.

Punto de vista de Manpower

La encuesta realizada por esta firma consultora en recursos humanos a 4,800 empresarios en todo el país, respecto a los movimientos laborales en sus organizaciones para el primer trimestre de 2011, destaca que sólo uno de cada cinco espera incrementar su plantilla en dicho lapso, por ello se estima la creación de 200 mil plazas. Aunque ya no se esperan despidos masivos como en el 2009 y parte del 2010, se prevé que el 72% de los empleadores no hará cambios en su nómina, mientras que un 20% la aumentará y 6% la reducirá. Las mayores contrataciones ocurrirán en el sector de manufactura, mientras que el de agro y pesca son los menos optimistas.

Retos más importantes

Es evidente que en las economías en desarrollo o con bajo crecimiento se presentan de manera más relevante los desafíos microeconómicos, los cuales se ubican al igual que en años recientes en alcanzar más reformas estructurales e institucionales que les permitan a esas economías incrementar la participación del gasto del consumidor.

Diversificación del mercado exportador

Desde 2008, organismos como la OCDE, CEPAL y hasta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le han recomendado a Felipe Calderón diversificar el mercado exportador, focalizado, casi el 90%, en EUA.

Con esta fórmula y la reactivación del mercado interno, casi todos los países de América Latina sortearon la crisis, y para algunos como Brasil, fue incluso una veta de oportunidad que lo llevó a un superávit; sin embargo en el caso mexicano, ni el presidente Calderón, ni sus secretarios de gabinete económico optaron por tales medidas. Para este año, en que la recuperación de EUA se avista más lenta, en México se prevé una nueva caída en las exportaciones.

Un gran riesgo que se observa en la economía mexicana es que no sólo no pueda crecer, sino que además caiga nuevamente, ya que todas las variables externas de las que depende reportarán saldo negativo, tales como: exportaciones, remesas, precio internacional de crudo y entrada de capitales.

Outsourcing

Esta modalidad de prestación de servicios provee empleo a poco más de 2.5 millones de personas y su crecimiento va acompañado de pérdida de prestaciones sociales para los trabajadores tal como falta de registro de antigüedad y los beneficios que de ello derivan tradicionalmente, como son mejores condiciones de seguridad social, derecho a vivienda y acumulación de un fondo de retiro solvente para el futuro.

En 2010 se ha demostrado que este esquema de proveeduría de personal ha llegado para quedarse y que si no se hace algo por regularlo de manera eficaz, provocará más precariedad en el empleo convirtiéndose en un eufemismo de las empresas que viven tan sólo de ser arrendadoras de mano de obra. Se calcula que para el año 2012 el valor del outsourcing en México será de poco más de 4,500 millones de dólares.

Tan sólo en 2010, esta figura creció entre 5% y 5.5% en los mercados de América Latina, siendo México el segundo lugar con un crecimiento de 10%.

En este tema tanto empresarios, gobierno y organizaciones sindicales tienen un pendiente, ya que de ellos depende que no se deteriore más la calidad de esta modalidad de empleo y de negocio que aún no es socialmente responsable. También resulta importante destacar que a este respecto las organizaciones sindicales se han dedicado más a lamentarse e incluso a crear sus propias empresas de outsourcing, antes que a evitar sus resultados negativos que causan precariedad laboral y nula identidad del trabajador con la empresa en la que presta sus servicios.

Pobreza: un saldo pendiente y preocupante

El reporte de la CEPAL, difundido en noviembre pasado, indica que entre 2008 y 2009 la pobreza en el país aumentó 3.1%, derivado de lo cual se ha recomendado al gobierno mexicano promover el empleo formal y reforzar los programas que la combatan.

Cifras del gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indican que en los cuatro años recientes se empobrecieron otros 6.8 millones de mexicanos.

Difícilmente se puede asegurar que la pobreza se corrigió si se considera que la tasa de desocupación sigue siendo elevada, dice José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.

Otros organismos, como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, manejan cifras alarmantes. Su último informe sobre pobreza multidimensional en México indica que, para 2008, 47 millones 200 mil mexicanos se convirtieron en “pobres dimensionales”, lo que significa que tienen más de tres carencias sociales y no se vislumbra una pronta disminución.

Violencia e inseguridad

Un tema novedoso que deberá tener seguimiento puntual en el ámbito laboral es el referente a la violencia e inseguridad, el cual se agrega a la ya de por sí compleja red que influye y determina la competitividad, productividad y situación estructural de la economía y las relaciones laborales en México. La violencia e inseguridad pública ya dejan ver sus inocultables consecuencias. El resultado más evidente, aunque no el único, es la disminución de la inversión y el consumo, inhibiendo la posibilidad de una recuperación más rápida de la economía.

Varios expertos han subrayado que el altísimo nivel de desempleo está generando que los individuos, sobre todo los jóvenes, se involucren en actividades ilícitas, desde pequeños o grandes robos hasta enrolarse al sistema de delincuencia organizada, porque el país ofrece muy pocas oportunidades laborales y en el mejor de los casos; salarios bajos y limitadas opciones de desarrollar una carrera laboral sólida a futuro. A este respecto es preciso anotar que el especialista Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center, ha sido insistente en asegurar que para contrarrestar la delincuencia y violencia social que hay en México es fundamental crear infraestructura social, una inversión en serio para la educación y, sobre todo, la creación de empleo.

Desafíos de las relaciones laborales

Resulta lógico pensar que la debilidad del mercado del trabajo se intensificará por la creciente búsqueda de empleo de las personas que se incorporan a la economía y por las que quedaron fuera, lo cual presionará a la baja a salarios y prestaciones. Estos factores se convierten en variables que condicionan el comportamiento de las relaciones laborales, así como los niveles de presión en las negociaciones colectivas de tipo salarial y contractual, determinando la profundidad de las demandas sindicales y los posibles focos de conflictividad.

Conclusiones

El panorama nos muestra una urgente necesidad de que los actores del ámbito del trabajo sean más capaces de influir en el desarrollo de políticas públicas congruentes con un proyecto a largo plazo que asegure viabilidad al modelo económico-laboral mexicano.

En este recuento de perspectivas hacia el 2011, sobresale la realidad preocupante de que la recuperación económica en México, Centroamérica y el Caribe ha sido más lenta porque dichas economías siguen dependiendo en gran medida del vigor económico de los EUA. Hoy es un hecho que nuestra realidad económica-laboral nos muestra resultados que a nadie debería dejar contentos, y es una realidad que los menos críticos se ubican en el sector gubernamental.

El tema del crecimiento económico del mercado laboral debería ser la prioridad de las políticas económicas y sociales, para realizar serias correcciones a un modelo que por más de 20 años no hace sino acumular pérdidas y déficit social, ampliar las brechas salariales, así como generar mayor disparidad entre ricos y pobres, sin obtener resultados que redunden en empleo, salarios y mejor calidad de vida de la sociedad en general.