En estos tiempos ser líder no es tarea fácil, pues es el encargado de atender simultáneamente diferentes frentes de batalla, es decir, cumplir los objetivos trazados por la organización, tener una comunicación y coordinación efectiva con sus subordinados y preocuparse por su propia vida personal y familiar; retos que parecen titánicos.
De lograr salir avante de esta confluencia de tareas, el líder podrá ponerse el traje de superhéroe y ser una imagen inspiradora para sus colaboradores, pero la pregunta es: cómo se llega a este punto.
En realidad no existe una receta mágica o una fórmula matemática; sin embargo se pueden seguir algunos consejos prácticos, como los señalados por Vijay Govindarajan, investigador de la Universidad de Dartmouth, quien asegura que un líder puede inspirar a sus subalternos siempre y cuando cree lazos emocionales. Para ello debe llevar a cabo las recomendaciones siguientes:
- proximidad: estar cerca de su gente de manera muy personal, reduciendo los niveles dentro de la organización y pidiéndoles que le digan lo que piensan
- comunicación rica: crear formas de comunicación que vayan más allá de los canales formales, esto es reducir la comunicación por correo electrónico y utilizar los videos y blogs internos
- mitos y rituales: construir la identidad y cohesión de la empresa con una narrativa, por ejemplo en Softtek celebran el “juevebes” donde se reúnen y comparten un barril de cerveza
- unión en la adversidad: el CEO (del inglés chief executive officer) está en la zona cero en los momentos de conflictos. Si existe una crisis financiera el cheque del líder sale al último
- redes de soporte: fomentar que su gente se organice alrededor de objetivos que desee. La persona que tenga un proyecto; por ejemplo abrir un nuevo mercado, debe dársele el apoyo para explorarlo
- visión atrevida: elegir metas “lejanas” para estimular el esfuerzo hacia un mismo sentido. Los grandes retos otorgan mayor valor al esfuerzo realizado cuando se alcanzan los resultados
- valores profundos: regresar al origen y rescatar las bases sobre las que se construyó la empresa. No está de más establecer cánones de acción que rijan la cultura de la compañía, y
- exclusividad: pertenecer a la empresa es fruto de un arduo proceso. Enfocarse a que los posibles candidatos a ser trabajadores busquen a la organización por su flexibilidad y apertura
Fuente: Revista Expansión, número 1061, correspondiente a marzo/abril 2011