Seguridad e higiene en el arcón del olvido

Observe las cifras poco alentadoras en México sobre esta materia en el reporte elaborado por Ivet Rodríguez, editora de la revista Manufactura

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo

La reducción de accidentes laborales en los centros de trabajo, no sólo ayuda a resguardar la integridad física de sus trabajadores, sino también les permite disminuir ciertos costos que pueden afectar directamente sus utilidades, tales como el pago de multas o el cierre temporal e, incluso, definitivo de sus instalaciones.

En 2010, cerca de 411,000 personas se accidentaron en sus trabajos y poco más de 4,100 registraron alguna enfermedad derivada de sus actividades laborales, de las cuales fallecieron, ya sea por una o por otra causa, alrededor de 1,400, según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Jesús Andraca, director general de la consultora Tecnología en Seguridad Integral, considera que el 90% de las organizaciones en México elaboran un programa de seguridad e higiene hasta que ocurre un accidente o cuando reciben una inspección por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

“Pareciera que mientras no acuda un inspector a la empresa, el patrón no está obligado a cumplir con la normatividad en materia de seguridad e higiene laborales, cuando ésta se tiene que respetar haya o no inspección para salvaguardar la integridad de los trabajadores y del centro de trabajo”, expresa Rafael Avante, Director General de la Inspección Federal del Trabajo de la STPS.

De junio de 2009 a mayo de 2010 el IMSS tuvo que cubrir 47,212 pensiones temporales y provisionales de invalidez y por incidentes de trabajo, lo cual significó una erogación de 1,123.9 millones de pesos (mdp), según su informe de labores 2009-2010.

A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el costo total de los accidentes y enfermedades de trabajo equivale al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) global, o más de 20 veces el monto mundial destinado a la ayuda para el desarrollo.

Principales pérdidas

Los gastos de las compañías por incidentes laborales, de acuerdo con el consultor Jesús Andraca, van desde los pagos por concepto de tratamiento médico e indemnización hasta el de las sanciones económicas, la reparación o sustitución de instalaciones, máquinas y equipos dañados o deficientes y la interrupción temporal de la producción en caso de siniestro o por una restricción de acceso a la planta.

Cuando se incumple la normatividad, “la STPS puede imponer multas de hasta 315 veces el salario mínimo vigente en la zona en la que se cometió la infracción, equivalente a 18,000 pesos aproximadamente, dependiendo de la gravedad de la falta, la reincidencia del empleador y la condición económica del infractor, entre otros factores señalados en la Ley Federal del Trabajo”, explica Rafael Avante de la STPS.

Además, la Secretaría tiene la facultad de ordenar medidas técnicas, es decir, solicitar al patrón que corrija la falla que está violando la normatividad en materia de seguridad e higiene laborales.

“Una vez que dictamos la medida, el empleador tendrá un plazo de hasta 90 días para cumplirla, o de 180 en casos excepcionales, dependiendo de la complejidad, costo y gravedad de la falta”, advierte el funcionario.

Posteriormente, se realizan hasta tres visitas de comprobación para constatar que se hubiesen acatado las disposiciones, con la posibilidad de imponer sanciones en cada inspección en caso de incumplimiento, que van desde multas mayores hasta la restricción de acceso al centro laboral.

“Si el patrón reincide por cuarta vez en la falta, podemos clausurar el centro de trabajo, sin embargo, nunca se ha dado el caso, ya que 80% de los empleadores cumplen las medidas desde la primera visita”, detalla Rafael Avante.

A las multas administrativas y medidas técnicas que enfrenta una empresa cuando no cumple con las medidas de seguridad e higiene o registra algún incidente, se añaden costos indirectos como una mala imagen pública, lo cual ocasiona la pérdida de credibilidad ante sus clientes y por ende la disminución en sus ventas, comenta Jesús Andraca.

Riesgos más comunes

Entre las enfermedades de trabajo más frecuentes, según cifras del IMSS, están la hipoacusia o sordera, daños en el aparato músculo esquelético y afecciones respiratorias debidas a inhalación de polvo, gases, humos, vapores y sustancias químicas en el centro laboral.

Por la naturaleza del trabajo, los subordinados del sector metalmecánico son los más propensos a desarrollar enfermedades como sordera y afecciones respiratorias, mientras que la industria de la construcción es la que registra mayor número de accidentes laborales, golpes y caídas, entre los más comunes, explica Rafael Avante.

Por otro lado, asegura el funcionario, que lesiones como golpes contra muebles, machucones y aplastamiento por objetos sin movimiento propio, son los accidentes más recurrentes en planta. En 2009 cerca de 35% de los incidentes de trabajo fueron de este tipo, tanto en hombres como en mujeres, según estadísticas del IMSS.

Las caídas son la segunda causa de accidentes de trabajo, explica el funcionario de la STPS, y son más frecuentes entre las mujeres; por cada hombre que sufre alguna caída dentro de su jornada laboral, casi dos mujeres se accidentan.

“La vestimenta y calzado utilizado por las mujeres, así como la realización de trabajos inadecuados para su constitución anatómica, las hacen más propensas a sufrir caídas”, dice el médico Joaquín Buendía.

Riesgo latente

Alrededor de 40.3% de los accidentes laborales registrados de junio de 2009 a mayo de 2010 ocurrieron a trabajadores cuyo rango de edad oscila de los 15 a los 29 años, según cifras del IMSS.

Existe gente joven trabajando con muy poca capacitación, por ello que se les hace fácil efectuar tareas para las cuales no tienen los conocimientos adecuados, o desconocen las técnicas necesarias, por ejemplo para cargar una caja u operar una máquina, o no cuentan con el equipo de protección adecuado, o si lo tienen no lo utilizan, explica Rafael Avante, de la STPS.

La experiencia laboral contribuye de manera importante a disminuir el índice de accidentes, indica Carlos Contreras, especialista en Seguridad Laboral de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que “cuando el trabajador lleva más años laborando, las cifras de accidentes bajan de manera considerable”.

Las estadísticas del IMSS señalan que el mayor número de accidentes ocurre a las personas que llevan laborando entre uno y cuatro años (156,927 casos en 2009), y a partir de los cinco años de antigüedad en el puesto la cifra disminuye (24,112) hasta llegar a los 3,487 casos de accidente ocurridos a trabajadores con 25 o más años de experiencia.

Esto ocurre, según explica Avante, porque entre menos tiempo lleve el trabajador desempeñando cierta labor, menos capacitado estará para realizarla, por eso es importante que la empresa cuente con programas de capacitación continua.

“Cada tres meses nos dan cursos de capacitación sobre medidas de seguridad e higiene que duran alrededor de cinco horas”, explica Roda, quien asegura que además de esto la empresa en la que labora cuenta con extinguidores, salidas de emergencia y zonas de seguridad, sin embargo, él aún no sabe bien cómo utilizar un extinguidor o cómo accionar la alarma de incendio.

A decir de Rafael Avante, muchas veces los colaboradores no reaccionan ante una emergencia, como un incendio por ejemplo, porque no están debidamente capacitados para hacerlo y cuando se presenta un incidente no saben ni siquiera dónde se encuentra la alarma contra incendios o los extintores, en caso de que existan, o desconocen las salidas de emergencia y las rutas de evacuación. Todos esos factores son los que pueden ocasionar un desenlace fatal: desde daños parciales o totales al inmueble, hasta la muerte de algún trabajador.

Normatividad básica

Además de lo dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal del Trabajo, el Reglamento General para la Inspección y Aplicación de Sanciones por Violaciones a la Legislación Laboral y el Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo, la STPS contempla más de 40 normas oficiales mexicanas que deben respetar las empresas, relacionadas con la seguridad e higiene laborales, así como la capacitación y el adiestramiento.

“Hay 376 inspectores a nivel nacional para vigilar que la normatividad se cumpla en poco más de 800,000 centros de trabajo inscritos en el registro patronal del IMSS”, comenta Avante.

Dependiendo de la actividad que lleva a cabo cada patrón, comenta el funcionario de la STPS, algunas normas aplican más que otras; sin embargo, tenemos una guía de aspectos básicos que tenemos que revisar al momento de efectuar una inspección.

Entre éstos, el inspector debe verificar los datos generales de la empresa como número total de trabajadores, superficie y dimensiones del centro de trabajo, domicilio fiscal, Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y registro patronal ante el IMSS, además de la declaración del último ejercicio fiscal, según la guía de la STPS.

Esta misma guía establece que el centro de trabajo debe contar con servicios básicos como, agua potable, sanitarios y lugares limpios y seguros para consumir alimentos, así como servicios preventivos de medicina de trabajo, es decir, un botiquín de primeros auxilios y, en caso de haber más de 100 trabajadores, una enfermería dotada con los medicamentos y material de curación para la atención en caso de emergencias.

El patrón debe presentar evidencia física y documental que constate que las actividades desarrolladas por las mujeres embarazadas y los menores de edad (entre 14 y 18 años) no son peligrosas e insalubres.

Existen normas oficiales mexicanas aplicables a cualquier centro de trabajo, entre ellas está la relativa a la seguridad en la empresa, desde las características de escaleras, pisos y techos (NOM-001-STPS-2008), hasta instalaciones eléctricas (NOM-029-STPS-2005), señalización (NOM-026-STPS-2008), salidas de emergencia y extintores (NOM-002-STPS-2000, ésta última será sustituida en junio de 2011 por la NOM-002-STPS-2010).

A las anteriores, se añaden las relacionadas directamente con el desempeño laboral de los trabajadores, como aquélla que prevé que los trabajadores deben contar con equipo de protección personal (EPP), además de recibir la capacitación referente al correcto uso y mantenimiento del equipo, según las recomendaciones del fabricante (NOM-017-STPS-2008).

También están las que determinan las condiciones de manejo, transporte o almacenamiento de materiales peligrosos como sustancias químicas (NOM-005-STPS-1998 y NOM-010-STPS-1999), o recipientes sujetos a presión (NOM-020-STPS-2002).

Por último, Rafael Avante añade que deben constituirse comisiones de seguridad e higiene en las empresas que cuenten con más de 20 empleados (NOM-019-STPS-2004), así como contar con un diagnóstico integral o por área de trabajo de las condiciones de seguridad y salud del centro laboral (NOM-030-STPS-2009).

Antídoto

La tasa de accidentes y enfermedades laborales ha incrementado en los últimos cinco años; en 2005 se registraron 302,886 incidentes, mientras que en 2010 el número ascendió a 411,000, según cifras del IMSS.

La falta de una cultura de la prevención de las empresas, el desconocimiento de la normatividad, la negligencia por parte de los trabajadores y las multas relativamente pequeñas, son algunas de los factores que inciden en el incremento de estos incidentes en el país, explica Carlos Contreras.

Al respecto, Avante advierte que “un acta administrativa no salva vidas, el cumplimiento de la normatividad sí lo hace, por eso la prioridad de la STPS es propiciar que los empleadores en este país conozcan las normas y las cumplan antes de que se presente un incidente laboral”.

Por ello, la STPS ha implementado una serie de herramientas informáticas para ayudar a las empresas a conocer el marco normativo aplicable, dependiendo de la actividad que realizan y los factores de riesgo asociados con sus procesos productivos.

“En la página electrónica de la STPS, el empleador puede acceder de manera gratuita a un asistente, donde deberá llenar un cuestionario con preguntas referentes a su centro de trabajo, con base en el cual se le dará a conocer de manera organizada los diversos requerimientos normativos aplicables a su empresa, con el fin de que pueda elaborar acciones preventivas y correctivas en su negocio”, comenta Avante.

Paralelamente, la STPS cuenta con apoyos metodológicos, como guías y diagnósticos, para ayudar a implementar Sistemas de Administración en Seguridad y Salud en el Trabajo (SASST), así como un Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (PASST), cuyo objetivo es impulsar la mejora continua en la prevención de incidentes laborales mediante la autogestión en el cumplimiento de la normatividad.

Los centros de trabajo que cuentan con un PASST, según la STPS, presentan una tasa de 0.8 accidentes por cada 100 trabajadores y una disminución de 72% de éstos, respecto a la tasa media nacional. A julio de 2010, se encontraban incorporados al programa en todo el país más de 2,190 empresas.

Para reducir el riesgo de incidentes en la planta, el primer paso es que los patrones conozcan la legislación existente en materia de seguridad e higiene, ya sea con ayuda de un asesor externo o con la propia STPS. Lo siguiente es diseñar un programa interno para cumplir con las normas que aplican en el centro de trabajo, así como emprender acciones correctivas a partir de las fallas detectadas.

La compañía también tiene la obligación de capacitar a su personal sobre los riesgos de trabajo existentes, por lo menos una vez al año o cada que se incorporen cambios en procesos y maquinaria, además de crear comisiones de seguridad y dar seguimiento a los accidentes ya ocurridos; y debe proporcionar el equipo de protección personal correspondiente.

En suma, la implementación de planes de seguridad eficaces es vital para la sobrevivencia de cualquier negocio, en tanto que se aseguren los recursos invertidos y la productividad de los trabajadores, pese a ello tan solo 10% de las empresas en México cuentan con estrategias preventivas, el resto sigue esperando a que llegue algún inspector de la STPS o a que ocurra un accidente. Y usted ¿ya está preparado?