Salud de los trabajadores y la productividad

El éxito de la implementación de los programas de salud en las empresas depende totalmente del compromiso de los patrones y trabajadores

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 .  (Foto: IDC online)

Actualmente existe una crisis de salud en México pues un porcentaje alto de la población es víctima de una enfermedad importante, por ejemplo del tabaquismo, la diabetes, obesidad, hipertensión, el colesterol alto, stress, etc.

Este escenario repercute indudablemente en las empresas porque la salud deficiente de su personal incide en el aumento de sus costos de salud y el retroceso de su dinámica productiva. De ahí la importancia de que conozcan que estos padecimientos pueden ser identificados de manera oportuna a través de la implementación de programas de salud.

Para que funcione un programa de salud debe:

  • medir, prevenir y concientizar a los trabajadores, a través de chequeos médicos, con características de confidencialidad y privacidad
  • modificar el comportamiento de salud y atención médica de los resultados y problemas detectados en el personal, y
  • “vivir el cambio” y los logros de lo realizado

Entre las acciones que pueden ser de beneficio para la salud de los subordinados están: contar con un médico y nutriólogo para consultas, un gimnasio, una agenda de actividades deportivas, una o varias salas de lactancia; proporcionar comida saludable a los trabajadores y, afiliarse a alguna compañía de servicios médicos y de laboratorio para otorgarles tarjetas de descuento.

Además se debe corresponsabilizar al personal del cuidado, cultura, educación y entrenamiento de su salud, volviéndolo un gestor de su bienestar físico y emocional, pues es menester para las compañías medir los resultados de estos programas, tomando en cuenta la participación del personal, la baja de riesgos, reducción de adicciones como el tabaquismo, por ejemplo. Para ello se recomienda auxiliarse de score cards.

Como puede apreciarse los programas de salud mejoran la seguridad y el desempeño de los trabajadores, pues previenen los riesgos ocupacionales, al traer como beneficios para las organizaciones los siguientes:

  • mejora del estado físico y emocional de los trabajadores
  • reducción del ausentismo y presentismo del personal (se presenta cuando los trabajadores subalternos pierden varias horas de su jornada laboral en distracciones y problemas personales)
  • retención y desarrollo de los trabajadores con talento, efectivos o de buen rendimiento
  • fortalecimiento de la reputación de la compañía al ser reconocida como una empresa saludable
  • disminución de la siniestralidad laboral (decremento en el costo de la póliza de gastos médicos y de la prima del Seguro de Riesgos de Trabajo del Seguro Social), y
  • cambio de percepción de la salud, de manera preventiva y no correctiva

Para Rosa María Espinosa, Gerente de Salud y Bienestar en American Express, las empresas que desarrollan este tipo de programas adicionalmente reportan un incremento en la moral y lealtad de los trabajadores, una baja en la generación de conflictos entre ellos, así como una mejora organizacional, productiva, y en su habilidad para la toma de decisiones.

Finalmente Abner Mason, Director de Work Place Wellnes Council, asegura que paralelo a la implementación de cualquier programa de salud en la empresa, se deben instaurar las siguientes estrategias clave:

  • medir el ausentismo, la productividad, los costos de salud y las condiciones médicas que afectan esos costos.
  • implementar evaluaciones de riesgos de la salud, atacar las principales áreas de alerta como el tabaquismo, la obesidad, el colesterol, la diabetes, depresión o las que considere el patrón conforme a la medición realizada
  • inhibir la repetición de errores, aprender de ellos
  • tener como objetivo central el retorno de la inversión del programa, y
  • hacer de su proveedor de seguros su socio

Fuente: Panel ¿Cómo hacer eficiente tu inversión en salud? llevado a cabo el pasado 26 de julio por la compañía Empresa Saludable en la Ciudad de México.