Director de RH ¿puede tener amigos?

El director de RH debe evitar favoritismos y el amiguismo en su labor, lo que puede ser difícil por el rol de confesor que en muchas ocasiones asume

.
 .  (Foto: IDC online)

Posiblemente uno de los cargos ejecutivos más difíciles de ejercer en las organizaciones empresariales es el del director de recursos humanos (RH), pues además de tener cualidades de liderazgo y de gestión, a estos mandos les corresponde la ingrata tarea de separar al personal de su puesto; imponer sanciones y medidas disciplinarias; aplicar descuentos legales al salario (impuestos, pensiones alimenticias, créditos habitacionales, etcétera); notificar si existieron o no utilidades; o si se otorgaran incrementos de salarios, entre otras acciones, las cuales aparentemente los hacen candidatos a ser los menos populares entre los trabajadores.

Sin embargo se puede ser un excelente líder en RH, sin renunciar a la posibilidad de hacer amistades dentro de la compañía, siempre y cuando se observe lo siguiente:

  • hacer comunicación de paseo, es decir, hablar con el personal de forma informal y distendida. Ésta es una de las mejores formas de conocer sus opiniones y acercarse a ellos de manera natural, porque un buen director de RH debe conocer a su cliente interno
  • adoptar una actitud sumamente profesional, se trata de tener un trato equitativo y justo, así como un comportamiento ecuánime evitando el favoritismo que tanto desacredita a quien lo fomenta, sobre todo si se hace desde RH
  • distinguir la amistad profesional, la cual se da como una buena relación entre colegas o la creación de amigos, porque ningún líder debe caer en el cultivo del amiguismo en su labor, lo que es difícil en el puesto de RH por el rol de confesor que en muchas ocasiones asume
  • ganar confianza, si bien ser abierto, sincero, de fácil y amigable relación es una gran ayuda para ganar la confianza de los demás, no lo es todo, pues para ello también se debe actuar con equidad y transparencia, para que nadie cuestione la ejecución de decisiones impopulares, que en el fondo son comprensibles aunque no se compartan, y
  • tomar decisiones profesionales necesarias aun cuando se puedan dañar las relaciones personales

Posiblemente para un director de RH sembrar amistades en la empresa donde trabaja no es una tarea fácil, pero aunque sea complicado, bien vale la pena hacer el esfuerzo para dejar de ser visto como el “impopular de la clase”.