Según el portal de Internet www.expansion.com, aumentar la productividad, esto es, la relación existente entre la producción y los recursos utilizados, es un verdadero reto para las organizaciones y el alcanzarlo depende en gran medida de la forma en cómo retribuyen a su personal.
Actualmente una de las reglas de oro de las compañías es pagar mejor a quienes aportan más y no evaluando detalladamente el desempeño de sus subordinados. Esto porque para optimizar recursos, sobre todo cuando son limitados, es indispensable observar con lupa a quién y cómo se le retribuye.
Si bien, emplear una retribución variable como herramienta para incentivar al talento es la mejor opción para muchas empresas, no es suficiente, porque de acuerdo con un análisis de Hay Group, firma especializada en cultivar el talento empresarial, “los incrementos salariales ofrecidos a los empleados, con una perspectiva de continuidad en sus puestos de trabajo, siguen siendo reducidos”.
Así, el 27% de las empresas optaron por congelar la retribución fija; en tanto que el 38% ha llevado los incrementos al variable, pero inexplicablemente sólo el 45% de las organizaciones vincula esa variable a los resultados.
El estudio en cita señala que, en 2011 un 21% de las corporaciones eligieron la retribución flexible, 5% más que en 2010.
A decir de esta firma especializada en la materia, el problema de fondo es que no existe una correlación entre la retribución sectorial ni los resultados. Otro de los datos más impactantes está relacionado con la actitud. Las cifras revelan que el 80% de los profesionales españoles no dedica ni un 10% de su tiempo a gestionar los desempeños bajos, en su opinión no merece la pena, lo que contrasta con el 40% que se presenta en otros países europeos.
Las acciones tendientes a que la retribución sea variable giran en torno a cuatro ejes:
- suficiente, que:
- apunte al mercado para que no quede descolgada
- considere:
- la oferta global de empleo sin obsesiones, y
- a las personas que realmente se necesitan en la organización, y
- sea realista con la rotación no deseada
- equilibrada en relación con:
- el monto fijo/variable
- el plazo corto/largo
- las variables que influyan en la retribución, y
- el valor de los beneficios y riesgos
- sostenible respecto a:
- productividad
- equidad interna, y
- alineamiento entre la estrategia de la empresa, los resultados y la retribución
- gestión administrativa, esto es:
- comunicar y explicar las decisiones retributivas
- poner valor a cada euro de la masa salarial (composición de la retribución flexible), y
- negociar las expectativas