Trabajadores enojones pueden sufrir infartos

Un estudio de la UNAM revela que la ira y la frustración son factores de riesgo para la salud de personas en edad productiva

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 .  (Foto: IDC online)

Las emociones negativas producen cambios metabólicos en el cuerpo del individuo, con lo que se altera la “catecolamina vertida al torrente sanguíneo”, sustancia que obstruye el paso de ese fluido “y posibilita el infarto”, de acuerdo con un estudio de la Universidad nacional Autónoma de México (UNAM).

Es por eso que la ira y la hostilidad son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, sobre todo en personas con altos niveles de estrés y en edad productiva, apuntó Dolores Mercado Corona, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

“Las observaciones médicas plantean que se trata de una respuesta fisiológica asociada al estrés físico o emocional; es decir, si una persona se enoja se producen cambios en sus sistemas hormonal y nervioso, que activan y dan energía al organismo para responder con intensidad”, agregó.

Las catecolaminas, explicó Mercado, son neurotransmisores liberados en la sangre en momentos de exaltación y enojo; estos “se adhieren a las venas de tal manera que luego de algunos años pierden luz [amplitud] y se cierran, lo que ocasiona insuficiencia sanguínea al corazón”.

A partir de un trabajo de campo, con observaciones y entrevistas clínicas que incluyeron preguntas tales como ¿Qué pasa cuando te enojas?, ¿Cómo te sientes cuando estás así?, ¿Qué cosas te lo provocan?, entre otras, la universitaria desarrolló una serie de reactivos para integrar lo que ahora es conocido como el “Cuestionario de Ira y Hostilidad”.

Se trata de un  instrumento de medición específico para los mexicanos que diagnostica los riesgos a fin de que se implemente un tratamiento.

Si un individuo obtiene un puntaje alto al realizar la prueba, se le indica cuáles es el tratamiento psicológico que debe seguir. Además, esta investigación es útil en el ámbito laboral, debido a que la ira y la hostilidad son trastornos negativos que se manifiestan frecuentemente en los entornos productivos.