Comuníquese efectivamente con asertividad

Identifique las ventajas de transmitir sus mensajes de forma eficaz, por Angy Newman, experta en desarrollo humano y coaching

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 .  (Foto: IDC online)

PREÁMBULO

Para diversos expertos, la comunicación, es el traspaso de información, desde un emisor, mediante un mensaje, hacia un receptor. Proceso que luego toma el sentido inverso, o sea, el receptor se vuelve emisor y así consecutivamente. Esta información, es recibida por el subconsciente y luego captada por el consciente. Puede darse de manera verbal, como escrita, ya que al utilizar un alfabeto, podemos hablar con otra persona o en su defecto, escribirle lo que deseamos transmitirle.

De hecho, la falta de comunicación o comunicación errónea o falsa, pueden llegar a provocar serios problemas. Tanto en las relaciones humanas, empresariales e incluso, entre Estados.

Estos defectos en la comunicación, pueden ser de manera consciente o inconsciente. Muchas personas buscan una finalidad específica al comunicar algo de manera equívoca. No hay que olvidar, que la mente humana da para muchas cosas.

Otro punto importante dentro de la comunicación, es que muchas veces, lo menos suma más que lo mucho. Abundancia de palabras o información en la comunicación, no garantiza ni significa que sea buena. Incluso, estos factores pueden entorpecer la comunicación. La sobreabundancia de caracteres a manejar, puede llevarnos a una conclusión errónea o distorsionada. Una regla de oro, para una buena comunicación, es el hecho de ser conciso. No siempre el que habla más, se comunica mejor.

A QUÉ SE LE LLAMA ASERTIVIDAD

Todos merecemos ser bien tratados, pero también deberíamos saber tratar bien a los demás. Para conseguirlo, hace falta una comunicación honesta y respetuosa. Es decir, saber decir que no sin herir al interlocutor, incluso expresar nuestro enfado sin agresividad. Es lo que se llama asertividad. Debemos aprender a defender nuestros derechos sin agredir al prójimo y viceversa.

Es aquí el poder del conocimiento de la asertividad. Hay quien considera que la asertividad y habilidades son sinónimos. Sin embargo, consideremos que la asertividad es sólo una parte de las habilidades sociales. Es aquella que reúne las conductas y los pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Si vas a un restaurante a cenar y el mesero te lleva una copa sucia con marcas de pintura de labios, podrías no decir nada y usar la copa sucia, aunque estás molesto. Otro escenario es armar un gran escándalo y decirle al mesero que nunca regresaras. Y el idóneo es pedirle al mesero que te cambie de copa e indicarle la razón.

Estas formas de comportarnos nos hace a veces ineficaces para la vida social, generando malestar. Sin embargo, como cualquier otra conducta, es algo que se puede ir aprendiendo con la práctica.

Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva, es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias u opiniones. En ese sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir personas sumisas y acusadoras, sino a enseñar a la gente a defender sus derechos ante situaciones que a primera impresión son injustas. Algunas de las ideas que falsamente los individuos a través de su vida ha creído que son correctas y lo llevan a la frustración son las siguientes:

  • no hay que interrumpir nunca a la gente. Interrumpir es de mala educación. Todos tenemos derecho a interrumpir al interlocutor para pedir una explicación cuando está agrediendo nuestras ideas y valores
  • tienes derecho a pedir ayuda emocional
  • siempre pensar en los demás y sus necesidades, porque así nos dijeron que debe de ser, todo para que otras personas se sientan mejor, anteponiendo tu tranquilidad y dignidad
  • no tienes derecho a decir “no”, y
  • cuando alguien tiene un problema es tu obligación ayudarle, a pesar de tus ocupaciones o preocupaciones. Hay quienes insisten en sentirse presionados en que los demás están antes que ellos mismos. Esto es mucho de la cultura latina

Benito Juárez lo expresaba muy bien. “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Para todo hay momento en la vida, saber encontrar el instante adecuado para hablar y ayudar a las personas es también una habilidad aprendida y desarrollada de acuerdo con nuestra educación, vida social, laboral, cultural y personal.

Existen muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es comunicarnos con claridad y buscar soluciones, veámos un ejemplo:

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 -  (Foto: Redacción)

En la asertividad se defienden los propios derechos, el de pedir ayuda y el de expresar opiniones, sin vulnerar los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser asertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás. Recuerda: ser asertivos no significa querer tener siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a equivocarnos.

COMUNICACIÓN ASERTIVA

Para alcanzar una comunicación adecuada que nos permita establecer vínculos satisfactorios y efectivos, el camino más adecuado es aprender a expresar nuestras ideas con asertividad, la cual es una forma de comunicación basada en el respeto por uno mismo y por los demás. Implica poder expresar de manera clara, directa y honesta aquello que consideramos justo para nosotros y que obedece a lo que sentimos y deseamos realmente.

Es frecuente que la asertividad sea confundida con confrontación cuando en realidad nada tiene que ver una cosa con la otra. La asertividad refleja la convicción íntima de nuestro valor personal, de nuestra importancia y dignidad, de nuestro sentido de merecimiento, del aprecio y reconocimiento de nuestra valiosa condición humana.

Existen algunos factores observables que nos indican si estamos o no frente a una comunicación asertiva, tales como: contacto visual, expresión de los sentimientos, resentimientos o expectativas, estilo sereno y firme, temático puntual, solicitud de respuesta y aceptación de las consecuencias ante lo expresado. La comunicación asertiva no envía dobles mensajes. Expresamos molestia o alegría de forma abierta y honesta.

Es común que quienes practican la comunicación asertiva se les califique de egoístas, o poco diplomáticos. En realidad, las personas asertivas son honestas, por ende creíblesy confiables en los vínculos interpersonales.

Un gran número de individuos consideran que la asertividad es toda una escuela con filosofía propia. Tanto es así, que existe un código de refuerzo de conducta asertiva que nos muestra que han sido denominados como “derechos asertivos”, y vienen a validar la conducta de las personas asertivas en cuanto su manera de ser y relacionarse. Pensar y actuar en nuestros derechos que son:

  • ser:
    • mi propio juez, y
    • tratado con dignidad y respeto
  • tener mi propia manera de pensar, sentir y actuar
  • actuar independientemente de la buena voluntad de los otros
  • pedir lo que deseamos, aceptando que el otro puede decir o no
  • tener todo lo bueno de la vida
  • cometer errores y ser responsables de ellos
  • tener un mundo íntimo y privado con nosotros mismos
  • decir no entiendo, no sé o no quiero, y
  • tener derecho a no actuar asertivamente y asumir las consecuencias

Como todo en la vida, la asertividad tiene sus riesgos y sus beneficios. Puede producir reacciones poco habituadas a escuchar la verdad; en ocasiones, inhibe a los demás de decir lo que piensan para evitar fricciones.

El lado positivo de todo esto, es el aumento de la autoconfianza ante la posibilidad de expresarnos con autenticidad, nos permite establecer relaciones de mayor calidad basadas en la sinceridad, reduce al mínimo la posibilidad de malos entendidos, vence gradualmente el sentimiento de culpa que se padece cuando no se dice lo que se piensa; suprime la tendencia a la agresividad típica del resentimiento y la acumulación de situaciones inconclusas; y muy especialmente, impide que las personas manipulen.

DERECHOS ASERTIVOS

Ser asertivos es tener la capacidad para expresar o transmitir lo que se quiere, lo que se piensa o se siente sin incomodar o herir los sentimientos de la otra persona. Derecho a:

  • ser tratado con respeto y dignidad
  • expresarte y ser tomado en serio
  • tener y expresar tus propios sentimientos y opiniones
  • juzgar tus necesidades, establecer tus prioridades y tomar tus propias decisiones. De opinión, idea o línea de acción
  • cometer errores
  • pedir información y ser informado
  • obtener aquello por lo que pagaste
  • decidir qué hacer con tus problemas, cuerpo, tiempo, etc; mientras no se violen los derechos de otras personas
  • ser independiente y tener éxito
  • tener un descanso y aislamiento, y
  • superarte, aún superando a los demás

TÉCNICAS PARA MANTENER LA CALMA

Llevar una conversación madura y respetuosa sin perder el foco en nuestros intereses es complicado pero existen algunas técnicas o trucos que permiten salir de algunas situaciones donde mantener la calma puede ser complicado. Debemos evitar la pasividad y agresividad. Seguramente reconocerás algunas de ellas pues pueden surgir de manera espontánea cuando intentamos defendernos manteniendo la calma:

  • rendición simulada. Consiste en mostrarnos de acuerdo con los argumentos del interlocutor pero sin cambiar la postura. Puede parecer que cedemos pero sólo tomamos impulso. Es útil en negociaciones de todo tipo. Ejemplo: “Entiendo lo que dices y puede que tengas razón pero deberíamos buscar otros enfoques”
  • ironía asertiva. Ante una crítica agresiva o fuera de tono no debemos igualar el nuestro al del emisor. En su lugar podemos buscar maneras de responder sin dejar nuestra postura calmada. Puede ser una salida asertiva a un conflicto en el que simplemente no queremos vernos involucrados. Ejemplo: “Paola, muchas gracias”
  • movimientos en la niebla. Tras escuchar los argumentos de la otra persona podemos buscar la empatía aceptándolos pero agregando lo que defendemos. Es parecido a la rendición simulada pero sin ceder terreno. Ejemplo: “Entiendo lo que dices pero así viene estipulado en el convenio”
  • pregunta asertiva. En ocasiones es necesario iniciar una crítica para lograr la información que queremos obtener para luego utilizar la respuesta en nuestra argumentación. Ejemplo “dice que no le convence el producto pero ¿qué es lo que no le gusta exactamente?”
  • acuerdo asertivo. En ocasiones tenemos que admitir los errores pues hacer lo contrario sólo empeoraría las cosas. En este caso se puede procurar alejar ese error de nuestra personalidad. Ejemplo: “si, empecé la reunión algo tarde pero suelo ser bastante puntual”
  • ignorar. Al igual que la ironía asertiva, es una herramienta a utilizar en caso de interlocutores violentos o alterados. En este caso se procura retrasar la conversación para otro momento donde ambos estén en buena predisposición para el diálogo. Ejemplo: “creo que ahora estás un poco alterado. Lo mejor es que te tranquilices y hablemos cuando estés calmado”
  • romper el proceso de diálogo. Cuando se quiere cortar una conversación se puede utilizar la comunicación breve para mostrar desacuerdo, desinterés, etcétera… como se suele decir: “a buen entendedor pocas palabras bastan”. La utilidad de esto radica en esos momentos en los que tenemos prioridades distintas y queremos expresar que no es el mejor momento para la conversación. Ejemplo: “no ve mal”, “si”, “quizás”, “si no te importa, hablamos luego”
  • disco rayado. No tiene por qué significar que tengamos que repetir la misma frase, lo cual es de poca educación. Me refiero a repetir nuestro argumento tranquilamente y sin dejarnos despistar por asuntos poco relevantes. Ejemplo: “si, pero lo que yo digo es…”, “entiendo, pero creo que lo que necesitamos es…”, “la idea está bien pero yo pienso que…”
  • manteniendo espacios. Cuando uno da la mano no es raro que deseen el pie. En estos casos hay que delimitar muy claramente hasta dónde llega un punto negociado. Ejemplo: “sí, puedes utilizar la sala de reuniones pero para emplear el proyector primero debes hablarlo con la administración”, y
  • aplazamiento. En una reunión es buena idea llevar un papel o cuaderno donde tomar notas. En este caso, podremos anotar consultas o críticas para abordarlas en otro momento y así no alejarnos del objetivo del momento. Ejemplo “tomo nota para hablarlo en la próxima reunión”

Para muchas personas es cuestión de aplicar el sentido común pero otras deben esforzarse en aplicar estas técnicas dadas las dificultades que se plantean en una negociación o simplemente en el día a día de un puesto de responsabilidad donde los problemas se presentan constantemente.

NO EXISTE COMUNICACIÓN ASERTIVA SIN CONFIANZA Y AUTOESTIMA

Si no hay confianza o autoestima no puede haber asertividad, puesto que para demostrar nuestros derechos a través de la conducta asertiva se necesita la confianza en nuestras propias creencias, habilidades y metas; tener respeto hacia nosotros mismos y creer que somos capaces de hacer lo que nos proponemos. La confianza depende de nuestra formación social desde muy pequeños. Si desde la infancia aprendemos a confiar en nosotros, la asertividad se irá reforzando con el tiempo, así como la autoestima.

Es muy importante saber aceptar los fracasos. Crear una mentalidad asertiva es útil para reponerse de las pérdidas y no perder la confianza sino más bien aumentarla. La conducta asertiva nos dice que tenemos el derecho a equivocarnos y a recuperarnos de los fracasos.

Nos debemos inculcar de forma gradual y sistemática la confianza, autoestima y conducta asertiva en todo. Nunca pasar sobre nadie ni dejar que pasen sobre uno, decir o no cuando se desee sin ser influenciado por los demás, pensar claro y con fe en nuestro propio ser, respetando las ideas de los otros, pero siempre anteponiendo la convicción que de la mejor solución es la basada en el mutuo respeto de las partes.

Seis estrategias para ser más asertivo

Toda persona que quiera asumir una conducta asertiva debe seguir las siguientes directrices:

  • planificar los mensajes. Conseguir que todos los hechos y puntos estén aclarados con antelación, confeccionando notas de referencia si la situación lo permite. Esto ahorra tiempo, produce confianza y puede disminuir la intimidación por parte de los demás
  • ser educado. Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás vean al individuo débil, histérico y con una baja credibilidad. Hay que recordar que se deben considerar los puntos de vista de los demás y comunicarles que se entiende su punto de vista. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar la calma y educada, pero firmemente, exponer la opinión propia
  • guardar las disculpas para cuando sean necesarias. No se debe pedir excusas, a menos que sea necesario hacerlo. Si se reservan las disculpas para cuando sean apropiadas, no se disminuirá ni tu valor ni el de la otra persona, y los demás te verán como una persona seria para otros asuntos
  • no arrinconar a los demás. El hecho de hacer esto habitualmente provocará cólera y resentimiento, lo cual siempre dificulta las relaciones. Si uno se quiere asegurar la cooperación de los demás, siempre hay que proporcionar una salida, si ésta es posible, la que a uno le convenga. Hay que esbozar las consecuencias constructivas de tal alternativa para los demás y para uno mismo
  • nunca recurrir a las amenazas. Si se responde a cualquier injusticia con fuertes amenazas, la credibilidad y la cooperación que se pretenden desaparecerán. Una afirmación tranquila del procedimiento que se está dispuesto a seguir es mucho más eficaz. También si se afirma que se seguirán una serie de pasos, hay que asegurarse de hacerlo, para que así las respuestas de uno sean tomadas en serio en el futuro. Al igual que las promesas, nunca amenaces si no vas a cumplir dicha amenaza, y
  • aceptar la derrota cuando sea necesario. La aserción comporta aceptar la derrota con elegancia, en buenos términos con el otro. Los malos sentimientos saldrán más tarde. Si aceptas situaciones cortésmente tras una discusión, la gente te respetará más. A nadie le gusta ser un mal perdedor

CONCLUSIÓN

La conducta asertiva nos ayuda también a tener la capacidad negociar en forma correcta con los que nos rodean, basado en lo que deseamos transmitir de forma correcta y sin ser tímido o agresivo.

Es una técnica para comunicar y modificar la conducta de otros a través de la negociación de forma asertiva. La persona que aborda una situación de forma asertiva tiene más posibilidades de lograr una solución satisfactoria para ella y para los demás.

Fuentes: Gente y Blogs Manuel Gross; Renny Yagosesky; Maria Lluïsa Fabra I Sales. Asertividad. Octaedro. 2009. Gurdiz, Haz tus reuiniones más productivas. Enero 26, 2011