Las personas con empleo en México “viven con un constante miedo a perder” su puesto laboral, lo que incide significativamente en que tiendan a convertirse en adictos al trabajo, según un análisis de la consultora OCCMundial.
De acuerdo con una encuesta de esa firma, el 13% de los profesionistas mexicanos se consideran a sí mismos adictos al trabajo; de igual forma, 34.5% trabaja más de 60 horas a la semana y ocho de cada diez recibe correos y contesta llamadas de trabajo en su tiempo de descanso.
“En ese afán de dar lo mejor de sí nos topamos con un gran número de personas que se vuelven adictos al trabajo”, lo cual no sólo es un aspecto que entorpece nuestra vida diaria, sino que es una enfermedad potencialmente peligrosa, como cualquier otra adicción.
La consultora agrega que es importante distinguir que este padecimiento no implica “pasar mucho tiempo en el trabajo”, sino que los llamados “workaholics” convierten el trabajo en un vía de escape intentando ocultar con ello otro tipo de problemas.
Si bien ser buen trabajador es una valiosa virtud, “irnos a un extremo puede resultar un riesgo”, apunta la consultora.
Los trastornos adictivos, incluyendo el ser adicto al trabajo, poseen dos componentes fundamentales: la falta de control y la dependencia. El tener una obsesión con el trabajo implica “una falta de control sobre las horas equilibradas que se deben dedicar a nuestras responsabilidades laborales”.
Para evitar convertirse en un adicto al trabajo OCCMundial recomienda hacer deporte, tomar algún curso de capacitación en algún área que sea de nuestro agrado, y tratar de distraerse en actividades al aire libre con la familia o pareja.
