El director de la consultora de capacitación Cerebranding, Sergio Talavera, aseguró que “la imitación forma parte del proceso de aprendizaje natural del ser humano: observas a los mejores, los igualas y luego los superas”.
Seguir un modelo de negocios ajeno fortalece la personalidad de la empresa y la hace más eficiente, sin perder la identidad, aunque lo ideal es adaptar los puntos que funcionen.
“Imitar un modelo de negocio es una estrategia que reduce tiempos de aprendizaje en las startups”, mencionó el especialista.
Al respecto Juan Ignacio Pérez, socio de la consultora Heidrick & Struggles señala que “la mejor solución es tomar lo que le sirva a tu empresa, puedes tomar aspectos de varias metodologías, con base en las necesidades y el presupuesto de la compañía”.
Es trascendente comentar que estos esquemas de imitación no solo son empleados por las micro, pequeñas y medianas empresas, sino también por las grandes corporaciones como 3M o General Motors, quienes siguen los modelos de enseñanza de otras compañías.
No obstante, esta práctica conlleva ciertos riesgos, porque no en todos los casos son adecuados al “ADN” de las organizaciones, por ello antes de ejecutar una estrategia de esta naturaleza, deben conocer perfectamente sus fortalezas y necesidades, para que justo ahí inicien la aplicación de un modelo de negocio importado.
